Salamanca, Guanajuato.- En la inundación del 19 de Septiembre de 1958 en la ciudad de Salamanca, quienes cuentan de lo sucedido hace 62 años, recuerdan que fueron dos días de lluvia constante, lo que ocasiono la inundación en calles, negocios y casas, anegándose el agua por 20 días, las personas tenían el temor de que se llegaran a quedar atrapados en el agua, por lo que autoridades llamaron a la población a tener que refugiarse en los templos como el ex convento y el edificio Casa Municipal.
Hubo un verdadero desconcierto entre los Salmantinos por no tener comunicación directa hacia la colonia Petrolera, la Bellavista y la zona industrial de RIAMA de Petróleos Mexicanos.
En algunos lugares de la ciudad el nivel del agua se elevó a más de metro y medio dejando severos daños en campos de cultivo, las colonias como la Guanajuato, Nativitas, San Pedro y San Juan de la Presa, sus habitantes salieron con el agua a nivel de la cintura y otros utilizaron pequeñas lanchas.
Durante los desastres ocasionados por la inundación, los Salmantinos en gran número se encomendaron al Cristo Negro, sacándolo a las principales calles de la ciudad donde rogaban su auxilio divino para que bajara el nivel del agua y calmara las lluvias, finalmente fue concedido este prodigio por lo que la sagrada imagen del Cristo Negro fue llevada por algunas calles de la ciudad.