
San Felipe, Guanajuato.- Hubo una vez un joven, hijo de hacendados de ideas liberales, que dejó herencia y fortuna y se fue a luchar por el proletariado con una propuesta radical: crear una nación sin privilegios ni gobierno. Fue un anarcosocialista que murió en combate a los 28 años de edad, el 30 de diciembre de 1910. Fue parte de la otra revolución, la socialista, alterna a la revolución antirreeleccionista de Francisco I. Madero. Un periodista de combate y un hombre congruente con sus ideas.
José Práxedis Gilberto Guerrero Hurtado nació en Los Altos de Ibarra, correspondiente al municipio de San Felipe, el 28 de agosto de 1882. Fue bautizado en la ciudad de San Felipe el 4 de febrero de 1883. Sus padres, José de la Luz Guerrero y Fructuosa Hurtado. Sus padrinos fueron Cirila y Saturnina Díaz Infante.
Su aniversario de natalicio pasó inadvertido para la historiografía oficial guanajuatense que celebra más de 200 años de existencia de Guanajuato como estado federal.
Es el más reconocido de los revolucionarios radicales guanajuatenses de la Revolución Mexicana fue Práxedis Guerrero. Mientras Toribio Esquivel Obregón se constituía en una de las voces críticas, aunque sólo reformista, la de pluma de Práxedis Guerrero emergía con mayor rigor y radicalismo. Aunque su obra y presencia en el estado fueron mínimas, su proyección nacional e internacional lo hace una referencia infaltable sobre la historia de la prensa y la revolución en Guanajuato.
De 1896 a 1898 cursó estudios secundarios en el internado del profesor Pedro Hernández, uno de los colegios principales de la ciudad de León con un régimen similar al de los seminarios. En su niñez y adolescencia leyó a Alfonso María Luis de Lamartine, Enrique Pérez Escrich, Julio Verne, Víctor Hugo, Juan Jacobo Rousseau, Camilo Flammarion, Miguel de Cervantes Saavedra y versos de Salvador Díaz Mirón. Conoció y aceptó las teorías de Charles Darwin y comenzó a hacer sus primeros ensayos de escritor desde los albores de su juventud.
A los 17 años de edad escribió ensayos literarios para El Heraldo del Comercio, de la ciudad de León, y El Despertador, de San Felipe. Sus textos eran artículos de fondo sobre cuestiones de interés general. Con una formación primaria liberal radical, se rebeló contra dogmas del catolicismo. Opinaba más favorablemente de los protestantes y decía que el catolicismo era una religión absurda.
Su espíritu rebelde lo llevó a integrarse en 1901 a la Milicia ciudadana Segunda reserva del ejército formada por Bernardo Reyes, entonces gobernador de Nuevo León y en quien Práxedis veía a un líder revolucionario. Siendo oficial reservista empezó a leer los periódicos de oposición. En San Luis Potosí leyó ejemplares de El Demófilo y El Hijo del Ahuizote. Leyó también a Máximo Gorki, León Tolstoi, Mijaíl Bakunin y Piotr Kropotkin.
El 2 de abril de 1903, Bernardo Reyes ordenó a la fuerza federal balear a liberales en la Plaza Zaragoza de Monterrey, que realizaban una manifestación contra la reelección reyista, hecho que llevó al guanajuatense a alejarse de la milicia y vincularse con los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón y otros anarquistas. Ese mismo año Filomeno Mata lo nombró corresponsal del Diario del Hogar, uno de los más críticos al régimen porfirista. En 1904 su padre enfermó y regresó a cuidarlo a Guanajuato. Motivado por la lucha magonista, Práxedis Guerrero se fue de Guanajuato un año después, trabajó como obrero en Estados Unidos y se constituyó como uno de los más fieros opositores periodísticos a Porfirio Díaz desde las páginas de Alba Roja, un semanario de combate
La otra Revolución
El final de la primera década porfirista se desarrollaba entre control político y represión a la prensa. Los periodistas Jesús Rodríguez, del semanario leonés El Obrero y Nabor Baltierra del semanario capitalino El Hijo del Pueblo, entre otros, fueron encarcelados en 1908. En ese mismo año Práxedis Guerrero colaboraba en otro periódico de combate: Revolución.
También en ese año el dictador concedía la famosa entrevista al norteamericano James Creelman y afirmó que México estaba listo para la democracia. La oposición le tomó la palabra y en 1909 se formaron los primeros clubes antirreeleccionistas, entre los que destacaban los guanajuatenses Toribio Esquivel Obregón y Alfredo Robles Domínguez.
Mientras tanto, los periodistas locales asumían posturas cada vez más comprometidas con la oposición a Díaz. Práxedis Guerrero comenzó a colaborar en Punto Rojo y Regeneración, éste último editado por los hermanos Flores Magón.
El sanfelipense realizó ese año una gira por algunos estados de la república, Guanajuato entre ellos, para incitar a un levantamiento armado enarbolando la bandera del Programa de Partido Liberal Mexicano (PLM), a la par de una lucha maderista que le parecía lejana a los intereses de los trabajadores y los campesinos. Estuvo en León, donde formó una delegación del Partido, en un acto realizado cerca de La Brisa (hoy colonia Las Brisas), en un lugar llamado Molino del Refugio, próximo al Río de los Gómez. Luego partió de nuevo al norte del país para tomar las armas por la causa magonista y ya no tuvo presencia en la prensa local al emerger el maderismo y caer el gobierno de Obregón González.
Cumplido su cometido y con una muy limitada respuesta de los leoneses, regresó al norte a reunirse con los Flores Magón e iniciar en enero de 1910 otra insurrección, desarrollada a la par de la lucha electoral maderista y continuada paralelamente al movimiento armado formalmente iniciado el 20 de noviembre. Antes de irse de nuevo a batalla, regresó a la hacienda de Altos de Ibarra -que por herencia le correspondía- y repartió tierras, finca y bienes entre sus familiares y amistades. Salió a luchar sin más que la ropa que llevaba puesta y el dinero para la causa.
Práxedis Guerrero murió en combate en Chihuahua el 30 de diciembre de 1910. El gran radical se convertía en leyenda en la prensa liberal guanajuatense.
Fuentes:
María Teresa Camarillo Carbajal, Efemérides del periodismo mexicano, UNAM, México, 2006.
Eugenio Martínez Núñez, Perfiles revolucionarios. La vida heroica de Práxedis G. Guerrero. (Apuntes históricos del Movimiento Social Mexicano desde 1900 hasta 1910), Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, México, 1960.
Carlos Arturo Navarro Valtierra, Carlos Arturo, artículo “La Revolución Mexicana, centenario de su inicio”, en Tiempos, órgano de Divulgación del AHML, número 121, noviembre/diciembre de 2010. México,
Manuel M. Moreno, Historia de la Revolución en Guanajuato, Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, México, 1977.
