Pénjamo, Guanajuato.- El paso del tren en la Estación de Pénjamo, es un vehículo que pudiera considerarse como el artífice para el robo, el tráfico de drogas, paso de migrantes e inseguridad. Aquí han perdido la vida dos personas en el último año, en la que sus muertes han sido ligadas a problemas sociales que son constantes y que parecieran no terminar.
La Estación de Pénjamo es una de las poco más de 750 comunidades que hay en el municipio, que junto a Estación La Piedad y Estación Corralejo, son poblados que fungieron en su tiempo como lugares para el traslado de personas y que ahora “son focos rojos de delincuencia”, según el testimonio de sus pobladores.
“Aquí lo que hace falta es policía que no sea corrupta, pues aquí llega los policías, pero se dejan comprar; hay salvadoreños, hondureños, trampas que se quedan a vivir y como aquí como hay gente que vende droga se quedan a vender sus porquerías; incluso ya les sirve de gancho a los policías para que tengan su dinerito extra” dijo el penjamense.
En La Estación de Pénjamo a diferencia de Estación Corralejo o Estación La Piedad, la cercanía con la cabecera municipal, las carreteras estatales Pénjamo-Pastor Ortiz, Pénjamo-El Mármol o la carretera Federal 90 son algunos de los caminos para llegar o pasar de manera sencilla, aunque en los otros casos también existen rutas de paso, pero en el área de la Estación de Pénjamo tiene mayor tránsito vehicular.
Aquí uno de los hechos que marcaron la zona, fue en el mes de noviembre, cuando un joven perdió la vida al momento de recibir una de las balas que se lanzaron entre supuestos ladrones y guardias de seguridad de la empresa a cargo de vigilar que no hay robo en los furgones.
El joven José Jeovani Rivera Martínez de apenas 15 años, dejó de vivir y posterior al hecho, el oficial que disparó, fue vinculado a un proceso penal, del que se desconoce la situación legal del mismo y la forma real en la que se dieron los hechos.
“No todos agarramos lo que llega del tren, de noche no salgo, por la cuestión de que se han escuchado detonaciones de armas de fuego, a que sale una a la calle para que le vayan a dar también a uno; tanto gendarmería como soldados y sigue igual” dijo uno de los colonos.
El caso es que las antiguas instalaciones de la Estación de Pénjamo, parece una zona de gran confort y lujo, pero del tiempo que funcionó como parada de pasajeros, pues hoy en día pasar por ahí representa peligro; las puertas están pintadas, adentro se encuentra lleno de basura y sólo un espacio se utiliza para almacén.
A distintas horas del día, los que parecieran migrantes de otros países y de distintas partes de México, pernoctan en La Estación y algunos se ponen a pedir dinero y otro según los mismos pobladores “se la pasan robando o consumiendo drogas”.
El uso de la fuerza pública ha sido constante gendarmes, militares, estatales, municipales y seguridad privada son algunas de las dependencias de seguridad que al parecer vigilan la zona, pero en la realidad presentada por sus vecinos “ahora ya les digo yo a los guardias que vienen, no’mas se dan una parada; tren que pasa, tren que chingan”.
Contexto
10 de febrero del 2015
Un trabajador de protección del ferrocarril, recibió un impacto de bala al momento de que se “enfrentó” contra presuntos asaltantes que al parecer pretendían atracar el tren en su paso por el poblado de Estación de Corralejo.
El suceso ocurrió en la madrugada en la comunidad conocida como “El Cuarenta”, sobre el tramo ferroviario Irapuato-Pénjamo a pocos metros de la comunidad Estación de Corralejo.
12 de enero 2015
Alrededor de la una de la tarde, elementos de la Policía Municipal y Gendarmería Nacional fueron alertados de un robo en proceso de semillas del tren, entre las comunidades Estación de Pénjamo y Zapote de Barajas, a unos 7 kilómetros de la cabecera municipal.
Al verse sorprendidos, los ladrones intentaron darse a la fuga pero fueron detenidos en flagrancia, en posesión de varias toneladas de maíz que sustrajeron de manera ilegal de las góndolas del tren.
11 de noviembre del 2014
Un adolescente de 15 años murió al recibir una de las balas que se lanzaron “policías” y “ladrones” durante un enfrentamiento en el área de descarga del tren en el poblado de Estación de Pénjamo.
El muchacho respondía al nombre de José Jeovani Rivera Martínez, quien vivía en la misma zona en la que al menos en los últimos diez años que se tiene constancia a través de notas informativas, han ocurrido robos al tren de forma repetitiva.