Irapuato, Guanajuato.- Andrea Alejandra Sánchez González de 31 años dejó de sentir fuerza en sus piernas hasta que quedó en sillas de ruedas , ahora como madre soltera tiene que sacar adelante a sus hijos.
Desde hace trece años su vida “Cambió a mal porque yo estaba bien, yo caminaba, corría, bailaba y saltaba y ahorita ya no puedo hacer eso”, platicó.
La joven se ha desempeñado como vendedora por teléfono, luego como monitoreo de cámaras en el Cecom y después como recepcionista en la Academia de Policía.
Hace un año que se quedó sin trabajo, aunque gracias al apoyp de sus padres, sus hijos han salido adelante.
Andrea disfruta hacer zumba y ejercicio para sentirse mejor.
Su mensaje para la población en general es salir a trabajar y disfrutar la vida ya solo es una vez, y a todos no discriminar a las personas con discapacidad ya que a cualquiera le puede pasar, señaló.