
Guanajuato, Gto.- Agrupaciones defensoras de animales piden no sacrificar a perros que han atacado personas y piden al gobierno municipal que rehabilite y dé una oportunidad a esos caninos.
El pasado 15 de diciembre, una mujer de 54 años de edad fue atacada por al menos diez perros propiedad de su propia familia. El origen, un pleito con su hijo. Los primeros reportes señalan que la mujer y uno de sus hijos tenían diferencias que fueron subiendo de tono. En ese tenor, el varón azuzó a los perros, una jauría de 10 animales, que atacaron a la señora.
La mujer presentó avulsiones (cortaduras), laceraciones (raspaduras) y heridas por punción (los colmillos clavados), lesiones que tardarán semanas en sanar y que podrían dejar secuelas permanentes. Fue trasladada de urgencia al Hospital General.
La policía no ha informado si detuvo al hombre, señalado como responsable formal de la agresión. El hecho es que los perros fueron capturados por personal de Policía Ambiental y entregados al Centro de Control y Asistencia Animal (CECCA) para su resguardo. Dadas las características del hecho, la dependencia confirmó que varios de los animales serán sacrificados.
Oposición animalista
A la decisión de sacrificar a los perros, que han atacado a más vecinos de la zona, se añade el caso de “Pancho”, un canino también “encarcelado” por agredir a seres humanos, pero que se pidió ser entregado en adopción y CECCA se opuso. Grupos de protección a animales exigen rehabilitarlos y entregarlos a hogares bajo condiciones especiales.
Mostraron un documento en el que CECAA niega la adopción, por lo que el organismo fue acusado de no tener personal capacitado y con experiencia.
Señalan que “Pancho” es “un perrito de calle que, al sentirse acosado los intenta morder”, lo que es “el pan de cada día de un rescatista”, aunque reconocen que “nuestra experiencia y empatía nos ha mostrado que estos pequeños sufren diario maltratos y son reacciones inherentes”.
El tema se ha viralizado porque un ciudadano intentó adoptar al animalito y le rechazaron la solicitud. Indican que el adoptante ignorado atendió a “Pancho” cuando fue herido por una manada, lo esterilizó y, “como muchos rescatistas”, dio alojamiento para su recuperación.
El CECAA le adjudicó la propiedad de “Pancho” y lo responsabilizan de las agresiones del animalito al grado de cobrarle por los daños que originó. Al considerar al perro como imposible de rehabilitar, será “dormido”.
Encabezadas por la organización Tlacuatzín Rescue, personas defensoras de los derechos de los animales piden a CECCA reconsiderar su decisión.
