“Un buen comienzo de auténtica democracia
es prestar oídos a la sabiduría cercana ”.
Abel Pérez Rojas.
Opinión.- Estar frente a un micrófono y hacer uso de la pluma para abordar temas diversos me ha dado la oportunidad de escuchar historias de todo tipo. Después de entrevistar a personas de todas las edades y posiciones sociales, sintetizo que las personas están deseosas de compartir sus problemas buscando con ello aligerar su carga y narrar sus logros para recibir el bálsamo del reconocimiento, o bien contribuir con su propia experiencia a enriquecer los puntos de vista de los demás.
Pero sumidos en la cotidianidad argumentamos que no tenemos tiempo ni para escucharnos a nosotros mismos. Craso error si consideramos que quienes nos quieren compartir sus historias nos quieren convidar de la sustancia de su vida.
Grandes limitantes tienen quienes se encierran en sus escritorios o en las lecturas especializadas, que si bien les ayudan a atender y resolver problemas específicos, también llevan aparejado el costo de perderse de la oportunidad de abrevar de la vida misma, que es más grande y sustanciosa que un libro, porque es dinámica palpitante.
Nuestro problema social radica en que gran parte de la plutocracia que gobierna el mundo vive en esferas aterciopeladas que les aíslan del pulso de la población. Por eso imponen aparentes soluciones que no resuelven los problemas, pero sí sirven a los intereses propios.
Pese al control férreo que mantiene aparentemente la llamada “paz social”, tarde o temprano la fuerza de la verdad “verdadera” hace insostenible los escenarios artificiosos.
No obstante la evidente equivocación de los hombres del poder, se cierran a escuchar a quienes les rodean.
Pero es tal la fuerza de las necesidades glocales, que la comunidad internacional ha tenido que levantar la voz para hacer evidente la necesidad de recopilar la inteligencia colectiva y traducirla en saberes que resuelven problemas específicos; esto se hizo a través del Encuentro Mundial de Educación para Todos (Jomtien, Tailandia.1990) el Foro Mundial de la Educación (Dakar, Senegal. 2000), y el primer Foro Mundial de Educación celebrado en América Latina (Porto Alegre, Brasil. 2001)
La enseñanza que dejaron los foros fue: si la sociedad aprende a dialogar sobre los problemas y considerar los distintos puntos de vista de todos los involucrados es posible llegar a soluciones reales, con mayor alcance en el tiempo y convalidados por el respeto de los derechos universales, en un marco de paz y armonía. La acción principal es restituir el tejido social, esto sólo se puede alcanzar a través de un proceso permanente de autoeducación.
Así que prestar oídos a la sabiduría que tenemos tan cerca es un buen inicio para empezar nuestro proceso de sanación del sometimiento plutócrata. ¿O no?