
Irapuato, Guanajuato.- Padres de admiradores del cantante “Hozier” preocupados porque sus hijos no llegan a casa, después de haber asistido al concierto que el artista ofreció en la Ciudad de México.
Cuarenta jóvenes partieron de la a Ciudad de Guadalajara la mañana del día 14 de octubre con rumbo al Palacio de los Deportes de la Ciudad de México en donde el músico Hazier ofrecería un concierto en su gira denominada Unreal Unreal Tour 2025.
El autobús que contrataron para que los transportara por esta aventura musical, llegó sin contratiempos al recinto donde Haziel entonaría su música; emociones corrieron por entre los asistentes durante el concierto, hasta que todo terminó y nuevamente subieron al autobús que los llevaría de vuelta a Guadalajara.
Siendo la una de la mañana arrancó el conductor y tomó la autopista a Guadalajara, los jóvenes avisaron a casa que llegaban alrededor de las ocho de la mañana, sin embargo, pasaron las 9, las 10 y las 11 y los jóvenes no llegaban a la Perla Tapatía.
El conductor del autobús se vio obligado a cambiar la ruta que tenía planeada dado que en la autopista se encontraron con bloqueos, lo que hizo que el conductor tomara camino rumbo al estado de Guanajuato.
El autobús logró llegar al municipio de Abasolo, pero justo ahí se encontraron con que productores agrícolas habían bloqueado la carretera y les impidieron el paso, desde las cuatro de la madrugada el conductor no pudo avanzar un metro más.
Horas más tarde los manifestantes abrieron momentáneamente el paso y el autobús repleto de “fans” logró avanzar, pero solo por algunos kilómetros puesto que, en el entronque hacia el municipio de Pueblo Nuevo, otro grupo de manifestantes se alistaba para realizar las mismas maniobras de resistencia y justo en las narices del conductor bloquearon la vía.
Cansados, hambrientos, desvelados, temerosos, los admiradores de Haziel permanecieron en el camión, sin embargo, el calor y el hambre obligó a los jóvenes a bajar de la unidad, justo ahí estaba en la puerta del transporte Ángel Rosales quien en su motocicleta, había montado una hielera repleta de rebanadas de Pizzas.
Ángel no dudó en ofrecerlas a los hambrientos admiradores quienes uno a uno bajaron de la unidad y compraron las pizzas del comerciante; ¡Si el concierto tuvo cierto toque de misticismo, las pizzas de Ángel terminó por “elevaron a la gloria”!, puesto que pudieron saciar el hambre que despertó tantas horas de espera y que seguramente se prolongaría muchas horas más, pues los productores del campo se mostraban irreductibles a sus demandas, al exigir un precio de garantía de 7 mil 200 pesos por tonelada de maíz.
Fernanda una de las admiradoras varadas en la carretera de Guanajuato, respondió a la pregunta de qué si había valido la pena asistir al concierto de Hozier; de manera titubeante, insegura y pensativa, siendo la una de la tarde y casi por cumplir doce horas, atorada por el bloqueo, dijo que hasta ese momento había valido la pena, pero añadió que tal vez más tarde pudiera cambiar de opinión.
