Irapuato

“Mi sueño de niño era ser bombero y se cumplió”; Juan José

La solidaridad y empatía que caracterizan a este irapuatense, han sido piezas clave para permanecer en la central de bomberos, donde desde hace 16 años pertenece

Juan José Bravo Gutiérrez, un destacado y apreciado Bombero. Foto por Francisco Somoza.

Irapuato, Guanajuato.- “Mi sueño de niño era ser bombero y se cumplió”, dijo Juan José Bravo Gutiérrez de 32 años, quien permaneció como bombero voluntario 16 años y hace 3 meses se convirtió en bombero asalariado.

Los padres de Juan José quienes eran voluntarios del Grupo de Apoyo en Servicios de Emergencia (GASE), grupo en el cual apoyaban a todas las corporaciones, fue donde creció Juan José, dentro de un núcleo lleno de solidaridad, empatía y apoyo.

“El entrar a bomberos para mí fue muy bonito, recuerdo cómo de niño siempre me gusto este ambiente ya que mis papás siempre se desarrollaron en este ámbito”, dijo.

El día que cambio su vida

Una foto donde Juan José tenía 4 años en la Central de Bomberos.

“Recuerdo que cuando tenía 15 años nos reportaron un incendio donde nos decían que había un señor adentro de la casa donde ocurría el incidente en la zona centro, justo en Colón y Revolución, pero nosotros llegamos antes que los bomberos, en ese momento un amigo y yo nos metimos a la casa a buscar al señor para rescatarlo, minutos después llegaron los bomberos y pensaron que nosotros éramos los que vivíamos ahí, les dijimos que no, que habíamos entrado a buscar al señor, en ese momento el comandante me hizo la invitación para pertenecer al cuartel de bomberos”, relató.

En ese momento la vida de Juan José dio un giro inesperado, entró a la central de bomberos, donde llegó a un mundo desconocido y poco a poco fue empapándose de todo el aprendizaje que existe dentro de la corporación.

Pérdidas irreparables

Un recuerdo de una exhibición, de izquierda a derecha se encuentra Juan José, Iván (QEPD) Y Daniel Ortiz.

Posteriormente se hizo de una gran familia dentro del cuartel, donde conoció a Iván, quien fuese su mejor amigo y perdiera la vida en labores de rescate.

“Perder en servicio a mi mejor amigo Iván Mejía, fue algo que me rompió el corazón, él se ahogó en el rio Silao hace 4 años en un rescate, mi hijo se llama Iván, en honor a él, con Iván tuve la fortuna de verlo desenvolverse en este ámbito, enseñarle y capacitarlo hasta el último momento que la vida nos permitió”, mencionó.

Por otro lado, Martha Patricia, madre de Juan José, perdió la vida, por motivos naturales, pero el irapuatense la ama y la recuerda cada día de su vida, agradecido en todo momento por todas las enseñanzas y aprendizajes que le dejó.

Para Juan José ya no existen las fechas especiales compartidas en familia, pues su tiempo está dedicado a salvaguardar a la ciudadanía irapuatense; “Agradezco a mi familia, el amor y apoyo que siempre me han dado, agradezco que entiendan mi labor y las responsabilidades que lleva ser bombero, gracias a todos”, finalizó.

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