Y despertó una mañana haciendo el recuento de sus años,
Agradeciendo al cielo sus logros y decidido a olvidar sus fracasos.
Ese día le pareció hermoso como ningún otro,
Pues se dio cuenta lo afortunado que era, al haber encontrado el amor,
Por tener la dicha de ser padre y todo lo que Dios le regalo.
Se vio largamente al espejo dándose cuenta del paso del tiempo, treinta y tantos pensó mientras sonreía observando simplemente sus ojos, con una mescla de sentimiento y emoción; decidió que ya era tiempo de disfrutar de cada día, de sonreír con más frecuencia y quejarse menos, dejar de ser tan cuadrado, probar nuevos sabores, viajar a otros lugares y escuchar nuevas canciones.
Se dio cuenta que la vida no solo tiene dos colores como él pensaba, pues está llena de matices y recordó el azul del mar y el cielo,
De pronto todo tuvo sentido y su corazón dio saltos de alegría,
¡Si, después de vencer la muerte!
Aferrado a la vida,
Decidió seguir luchando por sus sueños y ser mejor persona,
Tener más paciencia ante cualquier situación y reírse de sus defectos, aceptar que no es perfecto y aceptar a los demás tal cual son;
Sin querer cambiarles nada.
Y despertó una mañana enamorado del cielo y dando gracias a Dios por otorgarle la dicha de cumplir, un año más de vida.
Gracias por tu comentario YETZUBELI, me da gusto que este cachito de inspiración te haya servido, muchos abrazos!!
Que bonito escrito tia, en estos momentos me sirvió mucho leerlo y analizar lo bueno que yo tengo y en lo que debo mejorar…