Una veracruzana es acusada de dejar a su hijo atado y sin comida mientras ella salía a “dar el rol”’ con su novia. El menor está resguardado por autoridades.
Encadenado del cuello, sin alimentos y sin agua, un pequeño de tan sólo ocho años de edad pasaba largas horas o hasta días solo en su casa. Lo único que tenía para entretenerse era una pelota que en algunas ocasiones sus vecinos le aventaban para que la regresara y así no se aburriera.
La indignación y el enojo de los habitantes del fraccionamiento “El Roble” sacaron a la luz este caso, ya que lo denunciaron ante el DIF municipal de Martínez de la Torre.
Las autoridades fueron al domicilio marcado con el número 119 de la privada San Carlos, en la colonia mencionada, con el objetivo de rescatar a la víctima.
Cuando llegaron al lugar los testigos les dijeron que ya estaban cansados de escuchar los gritos y llantos del menor, quien se encontraba encerrado en la segunda planta de la vivienda. Aseguraron que todos los fines de semana sufría de la misma forma, pues su mamá lo dejaba ahí abandonado.
Incluso mencionaron que la progenitora lo dejaba en algunas ocasiones hasta por tres días para irse con su ligue.
Con una escalera, personal del DIF pudo observar a través de una ventana al niño quien se encontraba en condiciones deplorables, atado a la chapa de la puerta de una habitación. En el cuarto únicamente se veía una cama deteriorada, con ropa, trastes sucios, restos de comida y un ventilador.
Solicitaron ayuda al cuerpo de bomberos, quienes con equipo especializado abrieron un agujero y rescataron al menor maltratado.
El chico mencionó a los rescatistas que ese trato por parte de su mamá era común, ya que suele irse de paseo por varios días con su pareja y los vecinos le aventaban agua y comida.
Ante las autoridades, el pequeño narró que antes de encadenarlo -un día antes de que la policía lo encontrara-, su madre lo golpeó a cinturonazos y que fue secundada por su pareja, la doctora Ana María Litis Fuentes.
El pequeño ya es atendido por personal médico y psicológico del DIF estatal. Mientras tanto, las autoridades de la Procuraduría General de Justicia investigan el paradero de la madre, Dania García Oviedo, quien labora en una farmacia de la comunidad Tejería.