Irapuato, Guanajuato
Don Jose Luis Aguilar Ramírez de 63 años, irapuatense actualmente trabajador en un vivero del Copal, fue trabajador y vigilante por 30 años y ahora jubilado de la Universidad de Guanajuato DICIVA (División de Ciencias de la Vida, anteriormente el ICA, Instituto de Ciencias Agrícolas) en la Ex Hacienda San José del Copal desde el 2006.
En el vivero donde trabaja don Jose Luis, manejan plantas ornamentales como anturios, violetas africanas, pachipodio, cactáceas, y se encarga de darles cuidado, entre otras actividades.
Contando hasta secundaria abierta en nivel de estudios, Don Jose Luis Aguilar empezó a escribir desde que tenía 14 años, siempre considerando la escritura como un hobby, ya que sobre la marcha con la “palomilla” con la que se juntaba en su juventud, escribían versos.
Su inicio con las “Calaveras Literarias”
“En el año 1982, en la escuela, estaba un chavo que me escribió un verso, en tiempo de calaveritas, y después se lo contesté, porque igual yo también sabía, a lo que el joven me respondió, ya pasado el año, que no creyó que le fuera a contestar así el verso, y siguió escribiendo para el siguiente 2 de noviembre y se lo volví a contestar, fue así como empezó en la escuela y arrancamos cada año”. De esa forma, comentó don Jose Luis, nació ese estilo de convivencia en el ambiente escolar.
“Salió una convocatoria nacional de parte de la SEG en la cual participé, pedían cierto número de cuartillas y número de estrofas… no sé escribir, sé versificar, sin embargo me dijeron cómo era, me echaron la mano”. Afirmó Don Jose Luis.
Viendo su talento, Martha Hernández, una ingeniera que estaba en ese entonces en el área de Difusión Cultural de la escuela, le ayudó a conformar su escrito, el cual debía ser una calavera literaria de acuerdo a las reglas y ganó uno de tres primeros lugares entre 113 participantes por el año 1994 en noviembre recordando el día de muertos.
Poema al mural de la oficina de rectoría del DICIVA
Existe un mural dentro de la oficina de la rectoría de la escuela, pintado a lo largo de las cuatro paredes en el año 1990 para la celebración de los 15 años de la escuela, que en su momento fue la entrada principal de la ex hacienda para la escuela, en el cual, inspirado por la pintura, escribió unos versos que recitados a viva voz del poeta, narra los pasajes de lo que se aprecia en el mural y de memoria compartió:
“Empieza en un guajolote, en un nopal y un maguey
Después un indio que siembra maíz blanco para comer
Luego arriba unos sembraban, un español con corcel
Contra dos grandes aztecas que no pudieron con él
Luego un sol que los quemaba, los quemaba tan cerca
Sus colores adornó la sangre de los aztecas
Cuando el español mató con su larga larga flecha
A uno de los aztecas
Después llevaría el mensaje una linda águila real
Que pasó por San Santiago, el patrono del lugar
Por una tienda de raya y la hacienda del Copal
Para avisarle al caudillo que empezara a recordar
Frase que no olvidaremos ni al gran caudillo Zapata
Su ejemplo quedó plasmado, todo lo dio por la patria
Y se vinieron las cosechas, frutos que nos da la tierra
Trigo, sorgo, el maíz, leche, carne y por ahí nacen las escuelas
Llegan libros para estudiar, para mejorar las siembras
Nacen los laboratorios, todo junto con la escuela
Perforan pozos profundos, las mulas aran la tierra
Las máquinas trilladoras que recogen las cosechas
Se ven muy lindos los valles
Donde cosechan las fresas
Las papas, los jitomates, los espárragos, las siembras
Brócoli, ajos y limones, todo para el consumo humano
Cuando surge una mujer en microscopio estudiando
Un insecto o un microbio o algo que está analizando
Y surge como de la nada una manota estirada
Que a duras penas alcanza una semilla dorada
Todo todo es muy bonito pero no como el final
Quiero conservar mi vista
Y venir a contemplar
El gran mural de chontal”
Convivencia con estudiantes de la UG y la desaparición de sus escritos
El poeta ha estado compartiendo sus escritos con la comunidad estudiantil, ganándose el cariño, reconocimiento y admiración de los jóvenes, que incluso acudían con él para pedirle poemas con dedicatorias a sus novias.
Los horarios de vigilancia de don Jose Luis Aguilar en la Universidad eran de las 6 de la tarde a la 1 de la mañana, para que luego llegara un relevo.
Unos escritos los tiene, otros se los sabe e incluso algunos los tenía, puesto que alguien se llevó varios, de los cuales no ha sabido nada desde que se fue de la escuela esta persona. Expresó don Jose Luis.
“El chavo que se llevó mis escritos, mis versos, él tocaba y cantaba con ellos, él venía de Saltillo y llegó a ser director de la escuela, y en su periodo traía a los de la rondalla, cuando a lo mejor venían a tocar por acá, se echaban sus canciones y en ese tiempo yo ya era vigilante, así fue como lo conocí”. Mencionó el poeta.
El director de la escuela posteriormente hizo un grupo en el cual, don Jose Luis fue invitado por él para cantar y que perteneciera al mismo.
En una reunión, don Jose Luis se percató que el director y todavía miembro de la conocida “Rondalla de Saltillo”, sacó uno de sus versos en canción, a lo que el poeta preguntó por alguna razón de ser de tal acto y el director replicó que en una ocasión estaba con los de la rondalla y que le habían puesto música así, con una serie de explicaciones.
El director le había comentado que iba a hacer un libro con todos sus escritos, eran alrededor de 200, se acabó su periodo y nunca le entregó sus versos.
Una vez le preguntó por ellos, sin embargo le respondió que los traía traspapelados y que luego se los regresaba y finalmente sospechó don Jose Luis que se los quedó.
Juan Teodomiro Frías Hernández es su nombre, el cual fue integrante de la “Rondalla de Saltillo” hace aproximadamente unos 30 años y que también ha trabajado como solista,es un ingeniero egresado de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro de Saltillo (UAAAN).
Ganador de consursos nacionales
En concursos de calaveras literarias de parte de periódicos regionales y radiodifusoras ganó varios primeros lugares, en Guanajuato capital y Silao, por dar un ejemplo, y gracias a su talento ganó premios con una suma de dinero, e incluso un viaje todo pagado al aquél entonces denominado “Reino Aventura” ahora “Six Flags”.
En ese tiempo, hace unos 15 años y de ahí para atrás, don Jose Luis afirmó que todos los de la universidad lo conocían, estudiantes, maestros, administrativos y demás trabajadores en general.
“En alguna de las computadoras deben de estar mis versos, porque me apoyaban las trabajadoras administrativas a pasarlas en las máquinas.” Dio a conocer el poeta.
Don Jose Luis comentó que escribe acerca de todo, del alrededor, de cualquier situación, de lo que pasa y que su inspiración puede llegar en cualquier momento, no importa la hora, y dio el ejemplo de cuando a Alejandra Guzmán le operaron “las nachas” le hizo una canción, de cuando Marcos se levantó en la guerra le hizo un corrido, de cuando mataron a Valentín Elizalde también.
Todo el material lo tiene en casa, hace reflexiones y mensajes, tiene una colección de alrededor de 300 escritos, ya con las calaveras.
Acercamiento con los medios de comunicación
“Una vez vino el canal 4 y me entrevistó ahí en la escuela, en ese tiempo estaba un programa del campo, me escogieron ellos 2 versos y escogí uno, y a la hora de estar pasando todo salí en la televisión, yo leía los versos y la gente estaba trabajando en sus labores y aparte estaban pasando las imágenes de la escuela, se veía padrísimo”. Relató el poeta acerca de su acercamiento con los medios hace unos 20 años aproximadamente.
Reflexión final acerca de los poetas y un llamado al apoyo para impulsar la poesía
“Yo no sé si hace falta que impulsen estas costumbres, no hay mucha difusión, que saquen más este tipo de programas para que toda la gente que haga este tipo de versos los publiquen, porque muchos se van quedando, uno se muere y se va ese tipo de sabiduría, y versificar todo es padrísimo, son buenas tradiciones que se deberían de conservar, de mantener e impulsar, quien tenga ese don, esas inquietudes que busque… pues hacer poesía, es hermosísimo, es cosa de buscarle y echarle muchas ganas”. Finalizó el poeta Jose Luis Aguilar.