Manuel Doblado, Guanajuato.- La rosticería y fonda “El Centenario”, fue testigo de la mujer valiente que dirigió el negocio familiar por más de 40 años, lamentablemente la señora Catalina, sufrió un infarto y perdió la vida.
Catalina Pedroza Ramírez, de 68 años de edad, llevaba aproximadamente 50 años en el comercio, siguiendo la tradición familiar desde sus bisabuelos, que también eran comerciantes y de la mano de su esposo y de sus hijos continuo con el legado.
En vida, la señora Catalina nos compartió como fue su incursión en el comercio, cuáles fueron los mejores y peores momentos que pasó dentro de su negocio, así como también lo dichosa que fue de encontrar en el camino a su esposo Juan “pollos” y compartir vida con sus amados hijos.
“Yo nací en un mercado, mis bisabuelos, mis abuelos y mis padres eran comerciantes y cuando yo me casé a la edad de 16 años, junto con mi esposo, a los 18 años, en 1972, comenzamos en el comercio”, explicó
La rosticería y fonda “El Centenario”, tiene ese nombre porque el día 16 de marzo del tercer centenario de la ciudad de Manuel Doblado, Doña Cata y familia, decidieron comenzar con la rosticería, según la señora Catalina, solo se dedicaban a vender menudo, birria, pollo crudo entre otras cosas, desde hace años.
La dobladense, recordó con mucho cariño todos los 3 de mayo, día de la fiesta patronal, que fueron días llenos de trabajo y bendición en Manuel Doblado.
Para la señora Catalina, uno de los peores momentos que pasó fue recordar el año 2004 cuando el alcalde Ulises Magaña demolió sin aviso alguno, ni opción para los comerciantes, el antiguo mercado, lo que para muchos era su fuente de trabajo en aquel entonces.
“Cuando entro el señor Ulises a gobernar, nos tiró el mercado sin avisarnos, sacándonos como delincuentes y hasta con perros, supuestamente estábamos amparados para que no nos sacaran de nuestro lugar de trabajo, pero cuando se terminó el amparo a las 12 de la noche, Ulises nos tiró el mercado, muchos perdimos nuestro patrimonio en ese momento”, mencionó.
La comerciante, externó, que recordó como sus hijos se ponían a llorar cuando veían el mercado en ruinas, preguntándole si ya no iban a tener trabajo.
Esa administración, para los comerciantes, fue un parteaguas; Después de la demolición, los comerciantes estuvieron en huelga frente a presidencia, consiguiendo una calle para poder trabajar.
“Años después, gracias a Dios, Alicia Villanueva, nos consiguió un nuevo lugar como mercado y los comerciantes que estamos instalados aquí fuimos los que nos unimos para salir adelante”, dijo.
Dobladenses y amigos se unieron a la pena que embarga a la familia de doña Catalina, pues dejó un vacío en el corazón de todos los dobladenses.
La Ciudad de Manuel Doblado se quedó con un gran legado de parte de doña Cata, el sabor y la tradición de la rosticería y fonda “El Centenario”.