Aún y cuando no salía del vientre de su madre, posiblemente ya escuchaba los sonidos del mundo, aunque sus ojos “no lo han podido ver”. A sus 14 años, José Alejandro Morales Segundo, es un adolescente que vive la vida como todos los demás, sólo con un “plus” toca la guitarra, canta y acaba de ganar el primer lugar al premio municipal de la juventud por la dedicación y aportaciones que ha entregado a otros jóvenes.
En el seno de una familia humilde en la que Joel, sus padres y dos hermanas, una de ellas, la menor que padece la misma situación que él, es decir, tampoco puede ver debido a un desprendimiento de retina presuntamente ocasionado porque nacieron prematuros a la edad de siete meses de gestación, ha sabido sortear su crecimiento como un niño como cualquier otro.
Joel es “amante” de la guitarra y de cantarle al mundo con una destreza que lo ha llevado hasta el momento, a posicionarse como una excelente persona, pues aunque no puede ver, sus conocimientos los ha ido compartiendo como otros jóvenes.
¿Cómo vez el mundo?
“Igual que todas las personas, no hay limitaciones para hacer lo que uno se propone”
¿Qué ha sido lo más difícil?
“Ha sido pues quedarme así estancado en una sola cosa, la música siento que es lo que siento que se hacer mejor, por mi cabeza, pasa que puedo llegar a ser una persona importante, si se me da la oportunidad quiero grabar un disco”.