Houston,Texas
Ángel Román Gómez Martínez, nació en ciudad Acuña, México, pero a los tres años, sus papás se lo llevaron a Chicago y de ahí su vida cambio en los Estados Unidos, aunque a la fecha ha tenido que luchar contra la desigualdad y el racismo por haber alcanzado un trabajo para “gringos”: es bombero.
El México-Americano, recordó que las cosas no han sido sencillas a pesar de que él cuenta con la nacionalidad estadounidense y que ahora radica en Houston, pues desde su niñez las costumbres y tradiciones de sus padres, han sido parte de su identidad.
Hijo de Román Gómez Casas, originario del poblado de La Cañada de Corralejo por el lado de Cuerámaro y de Margarita Martínez del poblado de Agua Blanca, Hidalgo, tiene cinco hermanos, él está casado y tiene tres hijos.
Ángel es un bombero destacado en dos de las estaciones más importantes de Houston al contar con licencias para conducir el equipo de transporte especializado, socorrista y bombero de base en estos dos lugares, donde las posibilidades de ingreso son pocas, contando ya con 22 años de experiencia.
Aquí Ángel se ha desempeñado satisfactoriamente entre sus compañeros, porque habla español, aunque ya no es un idioma que practique a diario, pues en su trabajo una de las peticiones es que hable inglés.
“Hay situaciones en medio de la noche a gente que les ayude a traducir el español para el inglés; México es bien bonito y hermoso, cuando nosotros visitamos los pueblitos es muy pobre” dijo el bombero.
El hombre expresó que lamentablemente no les ha enseñado a sus hijos a hablar en español por la cotidianidad del día a día que conllevan vivir en ese país y por qué realmente ha visitado poco México, detallando que no deja de reconocerse como mexicano, pero sus actividades ya han estado inmiscuidas en el entorno de su familia y la ciudad en la que vive.
Entre las contradicciones de su nacionalidad como estadounidense, Gómez Martínez, dijo que sus características físicas han sido tomadas en la desigualdad y el propio racismo, “en el trabajo no les gusta la idea a los güeros que los mexicanos vengan acá; en lugar de que vengan a cortar la yarda, estaba estudiando cuando me hice ciudadano, el capitán de bomberos se enojó y me dijo como puedes tu venir aquí a trabajar como bombero, desde la tarde no habló todo el día”.
Ángel Román Gómez se casó con Laura Lutes, una mujer que es nacida en Estados Unidos y que vivía de manera cómoda por ser “americana” de padres con una buena posición económica, de la que se enamoró, contrajo matrimonio y a la fecha después de casi 25 años de casado, viven de manera amorosa.