Opinión.- La hacienda de San Francisco de asís, lo que hoy constituye la ciudad y el municipio de Cuerámaro, fue establecida el 28 de Agosto de 1544 por el capitán Don Juan de Villaseñor Orozco, quien recibió de Don Francisco Vázquez de Coronado gobernador del nuevo reino de Galicia, la merced de los pueblos y lugares de Pénjamo y Cuerámaro y fue validada por el Virrey de la Nueva España Fray Antonio de Mendoza.
Antes de ser parroquia la comunidad católica de Cuerámaro era atendida desde la parroquia de San Francisco de asís en Pénjamo, siendo el 5 de Agosto de 1885, por decreto del segundo Arzobispo de Michoacán Don José Ignacio Árciaga Ruiz de Chávez en que fue erigida la parroquia de San Francisco de Asís, con sede en Cuerámaro de Degollado, siendo su primer cura el p. Cristiano Bravo.
Durante 1885, la población del municipio era de 6, 525 habitantes. En la cabecera se concentraban 3, 252 habitantes se distribuían en 17 rancherías.
Actualmente la población de la parroquia se estima en 30 mil habitantes, lo que la hace una de las más pobladas de la actual diócesis de Irapuato y es dirigida por el P. Juan Zavala, párroco de Cuerámaro y tres sacerdotes más auxiliados por el P. Marcelino Mendoza Jaime.
Algunos de los párrocos que han servido en esta parroquia de San Francisco de asís son los siguientes:
*Salvador Ortega Núñez, inicio la construcción del templo de “Cristo rey” y logro traer a Cuerámaro a las religiosas Carmelitas Misioneras de Santa Teresa que inician su apostolado educativo, en el colegio “Teresa Mártir”, hoy “Cristóbal Colón” en el año de 1944.
*José Barbosa Ponce de León, fue un sacerdote enérgico y de una tendencia conservadora. Construyo las oficinas de la parroquia y la casa de los sacerdotes.
*Salvador Olivares Ponce, inicio el centro de pastoral, inicio los trabajos para levantar las torres del templo de “Cristo Rey”.
El P. Juan Zavala continua como párroco de Cuerámaro, continua con el trabajo de evangelización en este municipio de profundas raíces franciscanas, recuperando la devoción a San Francisco de Asís, patrono de la parroquia y considerando el primer Santo Ecologista y protector de la flora y la fauna y un gran humanista.
Hago las siguientes precisiones para aaclarar diversos errores acumulados en el texto:
1. La hacienda de Cuerámaro, antecedente del actual municipio y ciudad de Cuerámro, jamás se llamó San Francisco de Asís, como se menciona en el texto, sino San Francisco Cuerámaro.
2. La mayor extensión del actual territorio del municipio de Cuerámaro era el de la hacienda de Cuerámaro, dicho territorio fue adquirido por el Lic. Agapito de Anda a los padres de San Camilo de Lelis (padres camilos), y fundó la congregación de Cuerámaro; pero coexistían las haciendas de Tupátaro y la de San Gregorio, que luego se integraron al territorio municipal por el Decreto No. 6 expedido el 5 de noviembre de 1869, por el gobernador Florencio Antillón.
3. La haceinda d San Francisco Cuerámaro no fue establecida por la merced de Vázquez Coronado, sino por la que otorgó el virrey Anotio de Mendoza a Diego de Orozco, hijo de Juan de Villaseñor, el 8 de enero de 1543.
La meced de Va´zquez de Coronado a Juan de Villaseñor, dada el 22 de junio de 1544 y confirmada por el virrey de Mendoza el 28 de agosto del mismo año, se refiere a las tierras de Ayo Grande, Ayo Chico, Acapo (Valle Florido), Ytuato y los Guáscatos, todos ellos en territorio que no pertenece al municipio de Cuerámaro.
4. El templo de Cristo Rey fue gestionado por el Sr. cura José María Aguirre, y lo construyó el Sr. cura Salvador Ortega, en lo que fuera la casa grande de la hacienda de San Francisco Cuerámaro y luego de la de Tres Villas.
5. La congregación de monjas que fundaron el colegio no son misioneras, y su nombre de la comunidad religiosa es el de las Carmelitas Descalzas.
Por último, el nombre del colegio fundado por la comunidad religiosa no fue el de Teresa Mártir, sin el de Teresa Martin, en honor a santa Teresa de Lisiux (Teresa Martin, 1873-1897)que fue canonizada por Pío XI el 17 de mayo de 1925, y proclamada Patrona Universal de las Misiones, junto con San Francisco Javier.
Atentamente
Horacio Olmedo Canchola