Una de las casas más antiguas del Barrio de Santiaguito: cinco generaciones de historia irapuatense

En la inundación del 73 la vivienda ubicada en el centro de Irapuato se cayó, hubo que rehacerla completamente

Irapuato, Guanajuato.- La familia Irapuatense conformada por Sergio Alatorre de 82 años de edad y su esposa Estela Pérez Borja y su hija Mónica Alatorre, habitan una casa que ha estado sobre dos calles a lo largo del tiempo, en el centro de la ciudad de Irapuato, en el tradicional Barrio de Santiaguito.

Mónica Alatorre señaló que la casa estaba ubicada en la calle Manuel M, Flores, pero al pasar el tiempo y a las remodelaciones que ha sufrido la zona ahora es la calle de Pípila; la irapuatense explicó que, según la fotografía con fecha del año 1929, a un costado del templo de Santiaguito pasaban vehículos por ambas calles.

Según Doña Estela Pérez esa casa ha sido habitada por cinco generaciones de su familia, todas mujeres, desde su tatarabuela, abuela madre ella y su hija Mónica quien será la próxima heredera de la casa.

Mónica comentó que la casa actual, tienen 53 años, pues con la inundación del año 1973 la casa se destruyó completamente, puesto que principalmente estaba hecha de adobe, hubo que rehacerla completamente.

“Entre mi mujer y yo, construimos nuevamente la casa, la cual cuanta con cochera, el patio de las piñatas, un despacho, un recibidor, sala, comedor y un medio baño, y en la parte trasera una terraza y un jardín, en la planta de arriba la casa cuenta con tres recamaras, dos baños”, comentó Sergio.

La señora Estela recordó que, al término de la plazuela del templo, era el entronque, donde se juntaban las calles de Manuel M, Flores y Pípila justo a unos metros de su casa, y dijo que el jardín de la plaza de Santiaguito formaba parte del atrio del templo.

Don Sergio comentó que el jardín era el centro de los noviazgos de aquellos tiempos, y recordó que cuando él era novio de Estela hicieron una remodelación del jardín y pusieron el piso de concreto además del busto de Don Miguel Hidalgo que ahora se encuentra sobre la calle Hidalgo, años después le colocaron adoquín.

“Cada presidente le hace una modificación, ya sea que le pongan algo o le quitan algo, han de tener mucho dinero” dijo la señora Estela.

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