Irapuato, Guanajuato.- La historia de amor de San Juan Rico y José de los Santos Castillo, ha sido como una telenovela, se conocieron desde niños y a 46 años de casados siguen muy enamorados.
Como una historia de telenovela, en donde la chica rica se enamora del muchacho pobre y la familia impide de todas las maneras posibles que estén juntos, se trata la historia de amor de San Juan Rico Gutiérrez de 65 años y José de los Santos Castillo de 66 años.
Se conocieron “En segundo de primaria estaba yo y como nosotros no tuvimos un noviazgo de vernos, salimos a bailar para un 10 de mayo, el destino es lindo, yo vivo enamorada de él”, dijo San Juan Rico.
Para fin de cursos, San Juan Rico y José Castillo fueron pareja en un baile y se hicieron novios en la primaria, y aunque por unos años dejarían de verse, no se esperaban lo que el destino les tenía preparado.
Años después, cuando a los 14 años de edad, San Juan Rico se volvió a reencontrar con José Castillo en la boda de su primo y de ahí la vida los volvió a unir para siempre.
“Mi padre era un ranchero de pistola, vivía como en el año de cavernas y a mí me decían la antigua”, platicó San Juan quien recordó que su padre un hombre “duro” impidió por muchos medios que ella estuviera con José Castillo.
José Castillo a pesar de ser un joven, el más “galán” del colegio, no era muy bien visto por la familia de San Juan Rico, por ser un muchacho pobre y “sin futuro”.
Durante cuatro años José Castillo visitó a San Juan sin poder cruzar ni una palabra, “Él así se paraba el día que quería ir a verme” pero sólo afuera de la casa de la enamorada.
“Los padres nunca se prestaron parea hablar con uno, vivían en su egoísmo de que no la dejaban salir porque no querían que la vieran las personas, entonces pues yo lo único que hacía era pararme ahí todas las noches afuera de la casa, una o dos horas”, explicó José Castillo.
Hasta que cuatro años después de mandarse cartitas de amor con una niña llamada “Teresita”, José Castillo se decidió a pedir a San Juan Rico sin importar nada.
La familia de San Juan Rico como era de esperarse y por no conocer al chico puso muchos plazos a José Castillo para que se quedara con la joven, pero por amor él dio todo.
Aún sin que San Juan Rico conociera la vida de “pobre” que llevaba el muchacho, “Fue la única que ahora sí sin saber mi vida personal, mi vida económica se casó conmigo, porque dos o tres días próximos a casarnos por la Iglesia supo donde vivía”, contó José Castillo.
Tuvo que trabajar turno doble en las huertas para pagar el vestido de novia y demostrarle a todos que quería estar con San Juan Rico y así fue.
Se casaron por el civil a los 18 años, pero la familia de San Juan Rico aun sin perder la esperanza de separarlos le dio un nuevo plazo al enamorado, un año más para preparar la boda de la Iglesia.
Pasó un año, de esfuerzo, de no poder estar juntos aunque ya eran esposos ante la ley y el día que lo fueron ante Dios tampoco pudieron ser libres para irse de luna de miel.
Nuevo plazo de un mes, José Castillo se decidió a sacar a San Juan de su casa, ya eran marido y mujer por todas las leyes y querían vivirlo.
Así fue, sin embargo el destino parecía estar en contra de su amor, ese día en que San Juan Rico se fue definitivamente a vivir con José Castillo, cayó un fuerte aguacero en aquella casa humilde que José le ofreció a su mujer.
“Como la casa era extremosamente pobre pues la puerta solamente se atrancaba, supuestamente el mejor cuartito era de adobe, los demás pura lámina y el piso tierra, como la puerta no cerraba y quedaba un hueco, ¡Que llega un aguacero pero tormentón!, resulta que llueve a charcos y entraron como 100 ranas y un cantadera que tenían”, recordó José Castillo y San Juan Rico, ¡Cuál luna de miel!.
Luego de ver como su hija vivía tan humildemente, “Su papás de ella, ya francamente aceptaron” que la muchacha ya no regresaría, y le ofrecieron una de las casas de las que eran dueños con tal de no verla vivir así.
Conforme pasó el tiempo San Juan y José Castillo se hicieron padres de cuatro hijos, y él con esfuerzo y perseverancia salió adelante económicamente, trabajando como obrero en la desparecida tienda Blanco después de inundación de 1973, posteriormente su “liderazgo” en la tienda Constanza de producción de jabones lo llevó a crecer y darle un mejor futuro a la familia que formó pese a los obstáculos que se le presentaron en el camino.
“Lo digo yo con mucho gusto, empezamos un matrimonio con muchas dificultades económicas y todo, con nuestros hijos, los tuvimos muy seguido pero puedo decir que mis hijos tienen mucho amor”, expresó San Juan Rico.
Después de 46 años de matrimonio José Castillo y San Juan Rico han formado una familia unida con 4 hijos y 12 nietos, él le agradece a ella la atención que le ha puesto y ella la entrega a su familia.
“El matrimonio no es fácil es solo una etapa de nuestras vida, la juventud ahorita están muy alocada. Lo que no hubo en nuestros tiempos de platicar ahora es eso, platicar, con los hiernos, con los hijos. Nuestro único pensamiento del matrimonio es que desde que se casen tengan respeto”, aconsejaron los esposos.
Hermosa Pareja e historia de amor duradera como actualmente ya no existen. Muchas Felicidades