Guanajuato, Guanajuato.- Desde el laboratorio de Biotecnología Alimentaria y Agrícola del Campus Irapuato – Salamanca de la Universidad de Guanajuato (UG), el equipo de trabajo liderado por la Dra. María Cristina Del Rincón Castro desarrolla una investigación que permita crear una vacuna para la enfermedad causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Este trabajo es realizado en colaboración con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), unidades Irapuato y Zacatenco.
La académica de la UG explicó que decidieron participar en la convocatoria que realizó la universidad con el interés de contribuir con propuestas que coadyuven a hacer un paliativo a los estragos que está causando esta pandemia y siempre comprometida con el bienestar social:
“Nosotros vimos la oportunidad de colaborar porque tenemos treinta años haciendo investigación con unos virus que no son virus de humanos, son virus que se reproducen en los insectos, llamados baculovirus, los cuales son inocuos para el hombre porque solamente son capaces de replicarse en las células de los insectos (…) eso los hace seguros de trabajar y estos virus se utilizan a nivel mundial como el sistema número uno para la producción de vacunas de origen eucariótico”.
Entre las vacunas que se han producido en estos baculovirus, están la primera contra el VIH SIDA, contra la influenza y contra el virus del papiloma humano (VPH).
El proceso para la elaboración de una vacuna consta de tres etapas: investigación, manufacturación y la etapa de producción a gran escala. Por lo que la participación que se realiza desde la UG concierne a la etapa de investigación.
La universidad recibió proveniente de la Universidad de California en San Diego, el gen que codifica para una de las proteínas más importantes del nuevo coronavirus, la Dra. Cristina describió parte del proceso:
“Cuando llega a la Universidad de Guanajuato, nosotros tenemos que pasar ese gen al sistema de baculovirus. Tenemos la ventaja que en ningún momento estamos trabajando con el virus completo, solamente con la proteína “S” y lo estamos metiendo al DNA de un baculovirus cuya inocuidad para el humano, tiene más de cincuenta años demostrada y comprobada”.
Por lo que en estos momentos el proceso se encuentra en la etapa de purificación del baculovirus recombinante, una vez que se tenga purificada esta proteína “S” se comenzará a producir en cantidad abundante para proceder a formar anticuerpos ahora sí, en mamíferos.
La investigadora comenta que se trabaja a marchas forzadas en la búsqueda de resultados, sin embargo, en el proceso de una vacuna hay etapas que no se pueden saltar, pues una vacuna mal elaborada puede resultar más peligrosa que el propio virus, por ello resulta importante hacer todas las pruebas de validación, por lo que el tiempo mínimo se estima en 18 meses.
Este proyecto ha ido de la mano también con la colaboración de estudiantes de posgrado de la Máxima Casa de Estudios del Estado, a quienes la Dra. María Cristina reconoce, ejemplo de ello es que la parte experimental está a cargo de Jonathan Rangel uno de sus alumnos de doctorado, Jazmín Jiménez quien contribuye en el mantenimiento de las células de insectos, entre otros estudiantes.
Por último la investigadora aclaró, que se trata de proyectos con un nivel de riesgo importante, en el que trabajan con compromiso, en los cuales se emplea el método científico para tener resultados precisos y confiables, pero el riesgo o la posibilidad de que no se obtenga éxito puede ocurrir, aunque se trabaja para que esto no suceda, esto en respuesta a quienes cuestionan que los científicos no cumplen con sus propuestas, pues en la ciencia existe esa posibilidad.