Un hombre de entre 35 a 45 años, de tipo caucásico y pelo corto, de entre 1,70 y 1,80 metros de altura, ataviado con ropa de cazador y armado con una escopeta de caza del calibre 12 ha sembrado este lunes el caos y el miedo en París.
El tipo entró en la recepción del diario Libération cerca de las diez de la mañana, y sin mediar palabra disparó un par de ocasiones su escopeta contra un fotógrafo colaborador del diario, de 33 años, causándole heridas muy graves en el tórax, cerca del corazón. Dos horas más tarde, el mismo individuo reaparecía en el barrio de la Défense, al oeste de la ciudad, y disparó varios tiros contra la fachada del banco Société Générale. Minutos después, el tirador secuestró a un conductor y le obligó a llevarle hasta la avenida de los Campos Elíseos, donde, según dijeron algunos testigos, tomó el metro.
La policía desplegó 45 unidades y dos helicópteros para tratar de detener al asaltante, pero perdió su rastro hacia las cuatro de la tarde, después de que el sospechoso fuera supuestamente visto en las proximidades de la Casa de la Radio, el edificio de las cadenas públicas francesas. Poco después, la fiscalía hizo públicas dos fotografías tomadas por cámaras de seguridad y pidió la colaboración ciudadana para encontrar al sujeto.
El fiscal de París, François Molins, afirmó en una declaración a la prensa que los investigadores creen que el autor de las tres acciones del lunes es el mismo que el pasado viernes irrumpió, cerca de las siete de la mañana, en la sede de la televisión BFM y amenazó a varios periodistas aunque no llegó a disparar su escopeta. Las municiones encontradas por la policía en la cadena de televisión eran las mismas que se hallaron en el ataque a Libération, según afirmó Molins.