Irapuato, Guanajuato. – Ella les dijo a los sicarios que acababan de matar a su hijo y a su esposo que, también merecía morir, pero no le hicieron nada y huyeron. El hecho ocurrió en una colonia de Irapuato, donde la tragedia para esta familia, fue de tres decesos, un esposo y sus dos hijos.
María por llamarla de esa manera, relató que ella hubiera preferido haber sido asesinada, que seguir con el dolor que ahora lleva, porque no sólo fue la partida de su familia, sino las enfermedades que le aquejaban y que ahora se han agravado.
El hecho como tal ocurrió hace algunos meses, cuando uno de los hijos de María fue “levantado” por un grupo de personas armadas que lo encontraron afuera de su casa y jamás lo volvieron a ver; ese día fue bastante doloroso para ella y su esposo, un hombre dedicado la venta de autopartes en uno de los bulevares más concurridos de Irapuato.
El esposo de María era alegre y le gustaba la plática, tenía un apodo de un animal, porque siempre andaba silbando, pero todo eso cambió, cuando se llevaron a su hijo. Ella y su marido comenzaron a enfermarse y él adquirió una pistola calibre 22 para estar preparado si volvía ocurrir algo parecido.
A los dos meses del primer momento trágico, algunas personas les comentaron que su otro hijo, que vivía con ellos, al parecer tenía malas compañías y que deberían hablar con él, aunque eso no ocurrió y siguieron la vida “normal”.
María comentó