Irapuato, Gto.- Gritos, reclamos, insultos, burlas, enojos y otros apelativos, alusivos a un “circo” es lo que se vive de manera constante en las “sesiones de ayuntamiento” en Irapuato. La referencia se hace debido a que al menos en la sesión celebrada éste jueves, los descalificativos fueron parte del orden del día.
La cita era a la una de tarde; los puntos de acuerdo eran una modificación al presupuesto, la revisión del problema del paso del tren por la ciudad, el nombramiento del nuevo titular de la dirección de servicios básicos, la anulación de la semana de la institucionalidad y mejoras al parque ecológico de la ciudad.
Sin embargo lo que más relucía eran los “piropos” que la mandaban los regidores panistas al alcalde, Sixto Zetina Soto por su excelente trabajo en la toma de algunas decisiones que habían sido fundamentales para el desarrollo del municipio como el nombramiento del nuevo director de Servicios Básicos Manuel Campos Segura.
Lo asegundaban los regidores priistas, Jorge Bretón, Jorge Luis Martínez Nava, Rubén Aguilar Camarillo y la regidora del PRD, Maricarmen Rodríguez que por momentos se venían como un bloque opositor fuerte y por el otro lado los “bufones” a las peticiones que se hacían de forma repetida.
Uno de los detalles, más sobresalientes fue cuando se habló del tema para anular la semana de la institucionalidad, pues “los funcionarios son de 24 horas”, aludiendo que deberían turnar el caso a una comisión permanente para revisar los alcances en la ley del trabajo.
Aquí la regidora del PRI Irma Leticia González se rio en el lado de “bancada” priista y del otro lado de la mesa Maricarmen Rodríguez solicitaba que se le respetará, cada una de las mujeres se “comían” con la mirada y al fondo la Secretaría del Ayuntamiento Lorena Alfaro y el presidente Sixto Zetina no paraban de reír.
En la parte en la que se ubica a la prensa, funcionarios y personas que pueden entrar a la sesión, también hacían muecas de felicidad, es decir se escuchaban los mormullos, carcajadas y hasta aplausos en silencio como si se tratará de una obra de teatro.
La sesión duro poco más de dos horas, se desahogaron los temas, se platicaron lo que se tenían que platicar y la sesión desbordaba en alegría con la restitución en tres ocasiones para una votación, ya que a la regidora del PRI, se le olvidaba que tenía que asumir la postura de su partido en lugar de los encajes de los panistas.
Al final todos de la mano, con palmadas en la espalda y su “público” muy conforme con lo que se veía en la sala de uno de los salones de la presidencia municipal que acogió ese mote, cuando en otros tiempos posiblemente, ni siquiera se hubiera permitido prestarle seriedad a una reunión de este tipo.