Cuerámaro, Guanajuato.- Pobladores de la comunidad de La Sabina en este municipio, denunciaron desabasto de medicina en las clínicas para atender a beneficiarios del Seguro Popular, se quejan del difícil traslado para acceder a los servicios de salud y después de la ineficacia de las instituciones para solventar sus necesidades médicas.
A decir de los vecinos de esta población, la mayoría de ellos, como en casi todas las comunidades del municipio, están inscritos en el programa de Seguro Popular por ser ésta la única alternativa para poder acceder a servicios de salud pública, para lo cual los de La Sabina tienen que trasladarse al menos 5 kilómetros hasta la comunidad de El Saucillo para encontrar la clínica más cercana.
“Cuando no nos pueden atender en el Saucillo nos vamos hasta la cabecera, a Cuerámaro” explica Melquiades Canchola, delegado de esta comunidad, lo que implica mayor tiempo y distancia para poder ver a un doctor. Las mujeres de La Sabina recordaron, que las emergencias casi nunca las atienden.
Canchola expresa molesto que son horas lo que regularmente hacen esperar a la gente para darles una receta que no van a poder surtir ahí porque casi nunca hay medicina “¿De que sirven las instalaciones tan bonitas?, para darme un papel abajo del mezquite es lo mismo”, reflexiona el representante de la comunidad.
De igual forma apunta a que muchas veces los pobladores de las comunidades ya prefieren viajar directamente hasta la cabecera para ver a un doctor en las farmacias que ofrecen servicio médico por 30 pesos y ahí mismo comprar la medicina y así ahorrarse el tiempo en las clínicas públicas, “el problema es cuando la gente no tiene ni esos 30 pesos o que urge la atención” dijo el agricultor y también padre de familia al abundar en su experiencia al llevar a su hija al doctor.
La señora Abigail por su parte consideró como una burla que si alguien se llega a sentir mal en algún momento no lo atiendan por la política de la clínica de no atender sin cita previa, “los males no avisan y uno ocupa” reconoce la mujer, “ocupa llegar uno muriéndose para que digan que es urgencia o se aguanta uno el mal”, se lamenta al recordar su propia experiencia en la atención por el Seguro Popular.