Juventino Rosas, Guanajuato.- Según la leyenda, Juventino Rosas tierra de brujos, hace muchos años existía un cementerio de almas ubicado rumbo a Naranjillo, pero no era un panteón normal donde se enterraban a los muertos, era un lugar donde los brujos enterraban sus trabajos para hacer un maleficio o hacían sus rituales de oscuridad para beneficio de alguien, que regresara el amado o tener un buen empleo.
En ese terreno había cuevas donde sus paredes mostraban rostros fantasmales formadas por el humo de las velas negras que encendían cuando los brujos hacían sus ritos y sacrificios, dicen que cuando entras a ese lugar sientes olores muy fuertes, aromas extraños pues es un sitio de cultos de los seres de bajo astral y que muy poca gente se ha atrevido a entrar, incluso hasta los brujos de Catemaco han llegado ahí por la importancia y peso del panteón.
Una noche, unos jóvenes curiosos llegaron en medio del terreno y escucharon mucho ruido, vieron los árboles de su alrededor que sus ramas se movían hacia abajo como si alguien brincara y jalara las ramas, algunas se quebraron y les empezaron a tirar piedras, piedras que siguen aventando a quienes acuden por curiosidad.
En la actualidad, Santa Cruz de Juventino Rosas dejó de tener ése misticismo y sus leyendas se han ido perdiendo, los brujos que anteriormente existían ya fallecieron, quedando solamente en historia y curiosidad para quienes visitan el Pueblo.