Irapuato, Guanajuato.- El reto de un payaso es hacer reír a la gente enojada, dijo Juan Carlos de la Rosa Manriquez alias “Pepillo Pillo”, un payaso que no cambiaría su oficio por nada del mundo.
“El reto es hacer reír a gente que viene de malas, hacerle olvidar su problema es algo bien difícil pero este es nuestro trabajo”, dijo Pepillo Pillo.
A los 16 años descubrió que quería ser payaso por lo que se capacitó con unos amigos y su propósito fue trabajar en una plaza pública sin pintarse el rostro “porque se ve que tanto interés tiene uno en ser payasito” , explicó.
Refirió que su mayor satisfacción es “compartir, el dar felicidad a la gente e inventar cosas nuevas con gente nueva que le gusta mi trabajo. El hecho de hacer reír a un niño, de darle un regalito a un niño, de ir a las fiestas y que un niño te dé un besito es algo bien bonito”.
Pepillo Pillo refirió que en sus presentaciones no se agrede a la gente, no se le ridiculiza, ni se dicen groserías porque la gente merece un respeto.
Juan Carlos de la Rosa está casado con una mujer que comparte su oficio, también es payasita y tiene dos hijos aunque a él le gustaría que tuvieran una carrera profesional ya que la carrera como payaso la describe como “muy dificil”.
Aunque su trabajo como payaso “No, no lo cambiaría de hecho si yo muriera hablaría con Dios y le pediría que me trajera a la tierra nuevamente para volver a ser payaso”.