Platini fue un futbolista admirado y un dirigente respetado, pero ya no seguirá relacionado al deporte en el que se consagró como uno de los grandes “magos del balón”.
El francés renunció a su cargo como presidente de la UEFA, el organismo que regula el fútbol en Europa, al no poder anular el castigo que le fue impuesto por recibir un “pago desleal” del expresidente de la FIFA, Sepp Blatter.
Platini, quien siempre ha defendido su inocencia y asegura no haber hecho nada ilegal, apeló la decisión ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés), que sólo redujo la suspensión que le fue impuesta por la FIFA de seis a cuatro años.
El exdirigente había sido hallado culpable junto a Blatter de violar el código de ética del máximo organismo del fútbol al recibir un pago de dos millones de francos suizos (unos US$2 millones) por un trabajo de consultaría que realizó para el expresidente de la FIFA entre 1998 y 2002.