Guanajuato, Gto.- Detrás del programa de regularización de predios ubicados en áreas de reserva ecológica, especialmente en la zona de Marfil, está una intención electoral: el gobierno municipal condiciona el voto para legalizar asentamientos; la oposición busca a los que no le creen a los panistas.
Una muestra de lo anterior se ubica en Presas de Guanajuato II, donde el dirigente histórico fue desplazado por un Comité Vecinal afín a la presidencia municipal.
El contexto histórico
Desde finales del siglo XX, el antiguo casco de la ciudad se convertía en un gran centro comercial y sus viejas casas resultaban insuficientes para albergar nuevos habitantes. Los que tuvieron el recurso o el crédito, se fueron a los fraccionamientos del sur del municipio; los que no, poblaron arroyos y cerros que eran reserva ecológica.
Una de las zonas ocupadas primero paulatinamente con ocupación discreta de “paracaidismo” y luego con ventas fraudulentas, fue la de las inmediaciones de las Palomas y El Edén, localizadas junto al antiguo poblado de Marfil.
Con la urbanización de lo que fuera la vía del ferrocarril, abandonada tras la privatización y pavimentada de la colonia Santa Fe a Las Teresas, aumentó la población en la zona. El siglo XXI arrancó con más de 600 familias asentadas en terrenos de reserva ecológica y a la fecha han sido regularizados La Venada y Presas de Guanajuato I.
Regularizar en tiempos pre electorales
El pasado mes de noviembre, el presidente municipal, Alejandro Navarro Saldaña, anunció que su administración regularizaría predios de 7 asentamientos. Para tal efecto instaló una mesa de información en la plazuela del Truco del lunes 27 al jueves 30 de noviembre.
En ese lapso acudieron más de 350 personas y fueron atendidas por personal de la Dirección General de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial. En total, acudieron 81 personas de Presas de Guanajuato; 73 de La Venada II; 71 de la Ex Vía del Ferrocarril; 37 de Lindavista II; 18 de Colita del Encino; siete de Arroyo del Pirul; y siete del Manantial de la Aldana, así como a 60 personas de otras zonas que solicitaron información sobre cómo regularizar su terreno.
El 13 de diciembre realizaron un Foro de Evaluación y Seguimiento para revisar los avances censales y jurídicos del programa de regularización de tenencia de la tierra. El acto se llevó a cabo en la Plaza de la Hermandad, en donde más de 400 personas procedentes de los predios presentaron sus inquietudes a los 15 integrantes del Ayuntamiento.
En una primera etapa, el gobierno municipal propuso regularizar predios en Ex Vía del Ferrocarril, Arroyo del Pirul, Colita del Encino, La Venada II, Manantial de la Aldana, Lindavista II y Presas de Guanajuato, informó el director de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, Iván Rivelino Moreno Galván.
Hasta ese momento se habían recibido 691 solicitudes y se anunció comenzar con la desafectación en Ex Vía del Ferrocarril, Arroyo del Pirul y Manantial de la Aldana, “zonas que implican el menor nivel de complejidad para avanzar hacia la lotificación y la escrituración”.
Caso Presas de Guanajuato
Sin embargo, no todo es como lo difunden los comunicados oficiales: la regularización está condicionada al voto a favor del Partido Acción Nacional, acusa René Estrada Marmolejo, líder histórico del asentamiento Presas de Guanajuato II, poblado con unas 600 familias, ubicado en una zona de reserva ecológica llamada “La Cañadita”
Presas de Guanajuato es una colonia ubicada en la parte alta de la Presa de los Santos. Desde la década de 1990 comenzó a llegar gente en los cerros de la cañada. Lo que fueran casas aisladas, hechas de madera y láminas de cartón, se convirtió en asentamiento más grande debido a que les vendieron terrenos, que luego resultó ser falsa venta. En varios casos los lotes fueron pagados en dos y hasta tres ocasiones.
El asentamiento se formalizó en 2003 con la asesoría de la priista Patricia Preciado Puga, entonces ligada al gobierno de Arnulfo Vázquez Nieto. Los colonos se organizaron y en 2011 tuvieron reconocimiento formal por parte del gobierno municipal e iniciaron el proceso de regularización, que implica, para empezar, reformas al Plan Ordenamiento Territorial para hacer cambio de uso de suelo.
A pesar del reconocimiento, no hubo respuestas favorables, hasta que el 2018 el que fuera funcionario del gobierno priista de Edgar Cerrillo Castro, Ludovico Mata, se sumó a la campaña de Alejandro Navarro.
Acompañado de Noé Sandoval, residente del asentamiento, ofreció la regularización a cambio de votos, señaló Estrada Marmolejo. Terminó el primer trienio de Navarro, que ganó la elección y Mata regresó en 2021 a volver a pedir el voto con el compromiso de “ahora sí”. El único beneficio con el presente gobierno municipal es un tendido de postes para iluminar el acceso al asentamiento y que de ahí se “jalen” cables para distribuir electricidad a las casas.
En esta ocasión, unas 180 personas residentes del asentamiento llevaron documentos para promover la regularización, pero fueron rechazados, “porque no pertenecemos al partido azul”, afirmó el entrevistado.
Lo anterior obedece a que Ludovico Mata, quien se desempeña como Director General de Administración y responsable del Comité de Adquisiciones en el actual gobierno navarrista, fue a proponerles que “si jalábamos con ellos nos iban a escriturar”. Ante el rechazo del Estrada Marmolejo, el municipio lo desconoció y validó a un comité integrado por Julio Torres y Noé Sandoval.
La guerra de partidos
Nos vemos en la necesidad de cambiar de color, buscamos a cualquiera que nos dé la mano, afirmó René Estrada, quien explica que la colonia está dictaminada como de extrema pobreza y eso facilita a que por cualquier promesa sus habitantes votan por quien las ofrece.
El La Venada los colonos están ligados a Antorcha Campesina, organización afín al Partido Revolucionario Institucional, pero que también coquetea con el Movimiento de Regeneración Nacional.
En varias casas hay viniles de apoyo a la morenista Antares Vázquez. La zona fue de control priista y ahora el PAN busca refrendar su fuerza.
Además de toda esta problemática social, los habitantes tienen que soportar la presencia de un grupo de personas que se dedican a vender terrenos sin tener posesión legal de alguna de las áreas que venden.
La venta irregular continúa y la denuncia René: “en la parte alta hay una familia, donde una de sus integrantes se dedica a vender terrenos sin mostrar documentos ni planos a la gente, hay denuncias contra ella, pero tampoco le han hecho nada”.
Un perro criollo, mezclado con pitbull, tuerto y con cicatrices, llega a oler y cuidar territorio. Es la avanzada: sólo se puede acceder a la zona si alguien conoce al visitante. Así es en esta parte de la ciudad: es autodefensa ante los delincuentes, aclaran las señoras.