“Que orgullo ser fresero y ser de Irapuato”: Rubén

Rubén, es quien ha llevado toda una tradición fresera de generación en generación

Irapuato, Guanajuato.- Rubén Garibaldi Quintero de 51 años de edad, ha sido quien continúa una emblemática línea histórica de comerciantes en el ámbito de la fresa.

Su abuelo J. Carmen Garibaldi Galicia fue un reconocido “fresero”, quien durante años dedicó su vida a la venta y producción de esta frutilla.

Odilón Garibaldi padre de Rubén, fue un querido agricultor que en su tiempo plantó fresa y se dedicó al comercio de la misma.

“Mi papá empezó a vender desde la glorieta de San Antonio hace más de 50 años, hemos recorrido esta vialidad hasta llegar a donde hoy estamos ubicados en la Avenida Insurgentes”, externó

El irapuatense empezó a apoyar a su padre desde muy pequeño; “recuerdo que nosotros éramos embarcadores de fresa, se iba para Nuevo Laredo, Monterrey, Piedras Negras, Ciudad Acuña, Poza Rica Veracruz entre muchos más, mi abuelo y mi padre fueron freseros yo soy la tercera generación en este comercio, de mis once hermanos yo fui el único que siguió en esto”, dijo.

Para Rubén lo mejor que ha vivido, fue trabajar con su padre en la fresa ya que le enseñó el amor por su tierra, donde supo que está frutilla ha sido la mayor fuente de ingresos de su familia.

“Cada día que salimos a vender, nos encomendamos a Dios para sacar nuestras ventas, estoy muy orgulloso de ser fresero y ser de Irapuato”, explicó

El comerciante ha trabajado por más de 10 años con un grupo de productores que se han convertido en su familia y siempre estará agradecido con ellos por su gran labor. “José Luis, Salvador, Luis Ángel y Martin González han sido un gran equipo desde hace tiempo, muy agradecido con ellos”, señaló.

Rubén, formó una hermosa familia con su amada esposa Leticia y su hija Rubí con quienes ha representado al municipio en distintos concursos. “también mi madre Esther Quintero Ramírez ha sido un pilar fundamental en mi vida, quien siempre me ha acompañado en cada paso”, explicó.

Garibaldi finalizó con un emotivo mensaje “Lo más bonito que me ha dejado la fresa es poder trabajarla, para mí es un orgullo ser de Irapuato y laborar en este oro rojo”, concluyó con una gran sonrisa.

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