Altamente peligrosas son las heces de gato para pacientes con VIH-SIDA pues estas pueden provocar, enfermedad que a su vez provoca la muerte en personas con sistema inmunitario debilitado.
“Por tal motivo lo preferible es evitar tener “mininos” en las casas y menos manejar o tocar los deshechos de esta clase de animales que parecen ser inofensivos pero son de riesgo para quienes tienen bajas sus defensas a causa de algún mal”, dijo Juana Díaz García. La directora del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención del VIH-SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual en la ciudad añade que “la gente que tiene el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida no debe tocar las heces ni el piso en donde estas se encuentren so pena de tener contacto directo con el parásito toxoplasma gondi que les puede ocasionar un problema cerebral.
“A causa de esto algunos enfermos han fallecido, pero otros han acudido oportunamente a la consulta médica y se les ha detectado el padecimiento por lo que con tratamiento adicional ha sido posible salvarles la vida”, agrega Díaz García.
