Guanajuato, Guanajuato. – La madrugada del pasado domingo 17 de diciembre, un testigo presenció la tragedia que dejó a Salvatierra, Guanajuato, sumida en la consternación. Afuera de la ex hacienda San José del Carmen, el escenario de una posada entre amigos se convirtió en una escena sangrienta, donde un comando armado acribilló a jóvenes, cobrando la vida de 11 de ellos y dejando a 14 heridos.
El testigo que, presuntamente estuvo presente durante la masacre, se cuestiona la inacción de las autoridades “¿están de adornos?, ¿de títeres?, ¿protegiendo a los otros?”, según una entrevista que dio a un medio.
El relato revela que aparentemente tanto la Policía Estatal como la Municipal no solo fueron espectadores de la masacre, sino que además intentaron detener a quienes querían ingresar para auxiliar a las víctimas.
Según el testimonio, los disparos continuaban dentro de la exhacienda cuando las fuerzas de seguridad se encontraban en el exterior. “Fue una desesperación que esas gentes no hicieran nada”, lamentó el testigo, señalando que los policías parecían escoltar al comando armado en lugar de intervenir.
El testigo aparentemente se habría trasladado de inmediato a la ex hacienda, después de recibir el reporte de la balacera que se estaba llevando a cabo dentro de las inmediaciones, a donde llegó aproximadamente en 10 minutos.
Fue entonces que desde lo lejos vio al menos estacionadas cuatro patrullas de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) y a los policías municipales pero solo se encontraban de pie, sin hacer ningún movimiento, pese a que seguían los disparos dentro del lugar.
Posteriormente los familiares de las víctimas llegaron al lugar alertados del ataque, pero no encontraron presencia de la Guardia Nacional ni del Ejército, según su narrativa.
La policía, en lugar de permitir el acceso para brindar ayuda, obstaculizó los esfuerzos de quienes intentaban ingresar, dijo el testigo.
A pesar de los intentos de los policías por frenar a los presentes, estos ingresaron por la fuerza, enfrentando incluso amenazas. El testigo destacó la rapidez con la que lograron superar el cerco de seguridad impuesto por las autoridades “nosotros entramos así, a la brava, no nos dejaban entrar”.
Dentro de la exhacienda, la oscuridad de la noche no impidió al grupo de personas rescatar a los heridos, trasladándolos por sus propios medios.
Las ambulancias, según el relato, tardaron en llegar al lugar de los hechos.
