
Pénjamo, Guanajuato.- Si aún no tienes planes para este periodo vacacional de fin de año, Pénjamo es conocido por ser un referente en tradición y cultura del país. Una escapada a Plazuelas, su sierra o a la cabecera para probar su platillo típico, harán la diferencia.
Los changuitos

En Pénjamo, una parada obligada es un puesto de “changuitos”, uno de sus atractivos culinarios de más de cien años que sigue deslumbrando a visitantes y locales.
El platillo es hígado de puerco sazonado con cebolla, servido con tortillas calientes y una salsa que realza su sabor. Es una experiencia auténtica que define la identidad de la cocina penjamense.
Corralejo

Visitar la Hacienda de Corralejo es una forma de conectar con el origen de México, pues es el lugar donde nació el Cura Miguel Hidalgo. El monumento al “Padre de la Patria”, el museo dedicado a su vida y la plazuela y la iglesia son perfectos para turistear y admirar la historia de cerca.
Además, a unos metros se encuentra la Tequilera Corralejo. Ubicada en una antigua hacienda, ofrece recorridos para conocer el proceso de fabricación de esta bebida tradicional y deleitarte con su amplia variedad de tequilas.
Zona arqueológica Plazuelas

Plazuelas ofrece un paisaje de construcciones piramidales cuyo origen, aunque fue habitado por los Chichimecas,es todavía desconocido debido al paso de culturas en el sitio. Cuenta con un museo donde se exhiben diversos hallazgos arqueológicos encontrados a sus alrededores.
Sierra de Pénjamo

Si buscas desconectarte, la zona natural protegida de la Sierra de Pénjamo es tu lugar ideal para pasar un día rodeado de verde.
La comunidad Ojo de Agua Caliente, en las faldas del cerro del Aguacate es un lugar para quienes prefieran un paisaje único. Así como la presa de las Golondrinas, un espacio perfecto para un día de campo tranquilo y en familia.
