Irapuato, Guanajuato.
El frío está pegando fuerte a decenas de personas que se encuentran a la intemperie del Hospital General de Irapuato, mismos que provienen de diferentes puntos o comunidades del municipio, o hasta de fuera.
Algunas sufren incluso para poder costear el precio de la comida a diario y permanecer afuera del hospital por días o hasta semanas.
Estas personas pasan el día y la noche el suelo y si bien les va en una banca en compañía de sólo unas cobijas, cartones o hules para construir pequeñas casas de campaña que les cubra un poco el viento de esta temporada.
A decir de los mismos familiares de los pacientes, después de que les prohibieran dormir en la entrada del hospital, ahora tienen que pasar la noche al aire libre en la plaza de enfrente, piden que se les facilite un pequeño tejado o albergue se ubique más cerca del hospital ya que no pueden retirarse mucho porque en cualquier hora los llaman a auxiliar a sus enfermos.
María Ayala, quien viene de Cuchicuato, aproximadamente a media hora de Irapuato, tiene desde ayer en la mañana afuera del hospital en espera de que puedan dar de alta a su nieto que sufre de bronquitis.
“Ayer me fui en la última flecha a las diez y media de la noche y hoy vine a traerle de almorzar a mi nuera que está adentro con mi niño”.
Todavía de que tiene que pagar pasajes para transportarse hacia la ciudad y comprar algo para comer, no basta, tiene que soportar el frío de la mañana.
Por su parte, María de Jesús Mosqueda Mendoza de 49 años y quien viene de Rancho El Guayabo, ya pasó su primera noche en una banca sólo cubierta con su cobertor, en espera de que den de alta a su nuera que se le realizó una cesárea.
Expresó que “hace mucho frío, antes nos dejaban meter ahí adentro pero ya no nos dejan meter, nos tenemos que quedar afuera; ayer comí una torta pero ahorita ya nada porque ya no nos alcanza el dinero para más”.
“Ojalá el gobierno nos pudiera apoyar con un tejadito aquí, con un albergue para todos, no nomás para mí, cuando menos uno viene de aquí cerca pero otros vienen de ranchos y se quedan ahí a camporrazo”.
En la misma situación se encuentra Miguel Gerardo García Medrano de 28 años de edad, junto con su hermana y madre tienen que hacer guardia frente al hospital en una banca, ellos han instalado hules que les protejan “un poco el viento”, además de unas cobijas.
A pesar de que ellos radican en Irapuato, se les es imposible pasar la noche en casa, ya que en cualquier momento se les llama para apoyar a su enfermo como a todos los demás.
“Mi papá tiene fibrosis pulmonar, está internado desde la semana pasada, todo el día y toda la noche hemos estado aquí, de repente nos mandan a hablar, hemos pasado frío por eso usamos una lona y hules para que tape el viento”, comentó.