Pénjamo, Guanajuato.
Una pareja de cueramarenses perdieron la vida, y otras dos personas resultaron con lesiones, al participar en un accidente tipo carambola ocurrido en la carretera federal 90, frente al poblado de Purísima de Ramírez. Al parecer el presunto responsable se quedó dormido y perdió el control del camión cargado con pollos de engorda que manejaba.
Las víctimas respondían al nombre de de Filiberto Vera Vargas de 52 años y Eglantina Salas Zetina de 49 años, ambos con domicilio en la calle Salazar de la Zona Centro de Cuerámaro; los cueramarenses viajaban a bordo de un vehículo Nissan Sentra, negro, con placas de circulación GMZ-8517 del estado de Guanajuato.
Según el reporte de las autoridades, el accidente se produjo cuando el conductor de un tráiler cargado con toneladas de pollos invadió el carril contrario, chocando de frente el vehículo compacto en el que viajaban los hoy occisos.
Alrededor de las 9 de la mañana, fue reportado por medio del sistema de urgencias 066 un accidente en el kilómetro 42+200, de la carretera Abasolo-Pénjamo, entre varios vehículos.
Cuerpos de auxilio de la región, como socorristas de la Cruz Roja y del Sistema de Urgencias del Estado (SUEG), así como de Protección Civil, fueron a atender a los heridos, pues se hablaba de al menos 8 lesionados por las dimensiones del percance.
Aquí estaba un tráiler Volvo blanco, con placas de circulación 145-AR-7 del Servicio Público federal, conducido por Juan García Reyes de 48 años, con domicilio en Salvatierra que de acuerdo a la versión que dio en el lugar, confesó haber perdido el control del volante al dormitar por unos segundos.
El trailer al momento del accidente se pasó de un carril a otro y en sentido contrario alcanzo a avanzar 50 metros hasta detener su marcha, pero en el trayecto chocó contra un automóvil y una camioneta, en esta última resultaron lesionadas dos personas.
En la camioneta Ford Lobo, blanca, viajaban Bertha Medina Rodríguez de 49 años y Fidencio Salazar Martínez de 62 años, ambos con domicilio en Rancho Seco de Barajas perteneciente a Pénjamo.
Los cuerpos fueron llevados a realizarles la necropsia de ley, mientras que un agente del Ministerio Público, inició una investigación sobre el hecho en el que se determinara que fue lo que ocurrió en realidad.