¡Es un milagro! – exclama la gente que llega a visitarlo al altar que le han hecho, se trata de un Niño Dios que aseguran llora lágrimas de sangre.
La dueña del Niño Dios,Cristina Esmeralda Aboites Moreno y su familia aseguran que esto es un milagro y que desde el domingo 16 de febrero cuando este santo lloró sangre por primera vez, lo ha hecho 14 veces hasta el día de hoy.
“Yo digo que es como una bendición porque como mi suegra se puso mala yo me imagino que a lo mejor fue por eso, yo me imagino que a lo mejor es como un mensaje para que uno esté más unido y esté más al pendiente de ella y componernos porque no somos ni muy buenos ni muy santos,-¡es un milagro!- yo me siento bien de tenerlo aquí”.
Cristina Esmeralda relata cómo fue la primera vez que su Niño Dios derramó lágrimas de sangre, “Yo no me había dado cuenta los que me dijeron fueron mis niños, que el Niño traía algo en su ojito y ya yo dije que a lo mejor eran sus pestañitas como las tiene muy grandes, ya después me paré y lo revisé y ya tenía la sangre seca”.
La joven cuenta que incluso ese mismo día llevaron al Santo Niño con el Padre de la Iglesia San José Obrero que se ubica en la Colonia 1 de Mayo, “y el padre se le quedó mirando y nada mas dijo: límpienle los ojos”, sin darles ninguna otra explicación.
Ese mismo día pero en la noche como a las 23:00 horas volvió a llorar lágrimas de sangre y aunque intentaron limpiarle sus ojos seguían brotando más, asegura Cristina Esmeralda.
A partir de ese domingo el Niño Dios de Cristina Esmeralda que le regaló su suegro y que lo trajo de San Juan de Los Lagos en noviembre pasado, no ha dejado de llorar, dice.
Decenas de personas han acudido a visitarlo al altar que esta familia le ofreció en un espacio de su casa, alrededor de él hay varias veladoras y flores, así como algunos otros santos y la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Incluso gente que llega a visitarlo llega con alguna petición escrita en un papel, la cual depositan en un recipiente de cristal que se encuentra a un costado de este Niño Dios, porque señalan es un acto de fe.
Cristina Esmeralda apunta que “Yo no lo hago por llamar la atención y mucho menos por pedir dinero a la gente, yo no le pido dinero ni tengo un cartelón de se cobra tanto por entrar a ver; las puertas están abiertas…”.
Diariamente la familia y vecinos, así como la gente que cree en este “milagro” acuden a rezar un rosario a las 20:30 horas en el domicilio de Cristina Esmeralda, en la calle Vivienda Obrera, Colonia 1 de Mayo en Irapuato.
Al menos Cristina refiere que a ella este hecho inexplicable sí le ha cambiado su vida, ella ha sabido manejar mejor su carácter.
Aunque comentó que si tratan de quitárselo el Niño no saldrá de su casa, “Mi Niño de aquí no sale, hagan lo que quieran pero él de aquí no sale, de hecho porque dicen que los recogen los templos.¿Por qué? si es mío, yo no voy a dejar que se lo lleven, el Niño aquí se queda”.
Para los escépticos, Cristina Esmeralda tuvo un mensaje, “La gente que no lo crea, gente que no quiera creer que me diga dónde vive y yo misma voy por ellos y los traigo, y menos no cobro, el dinero no me importa, lo que la gente le quiera traer adelante”.
Ve aquí la entrevista: