Irapuato, Guanajuato.- Desde tacos hasta mole y pasando por el pozole, fueron algunos de los platillos que se vieron repartidos en las zonas hospitalarias donde familiares y amigos esperan por horas noticias de sus enfermos.
“Nosotros también, un día tuvimos necesidad”
Christopher González Hernández junto a su hermano estuvieron repartiendo en su vehículo particular platos de tacos junto con botellas de agua en la zona hospitalaria del IMSS.
“Me siento muy contento de poder estar apoyando a la gente y nervios porque es algo que nunca había hecho, siento una satisfacción muy grande de poder ayudar ya que mis padres también han estado en esta situación, se siente muy feo no tener quien ten eche la mano en esos momentos”, mencionó el joven,
Christopher continuó con su andar, en la labor que desde hace años su familia prometió llevar acabo.
“Mi hija, ya no tenía vida según paramédicos y un milagro la dejo conmigo”
Isabel Morales en la medida de sus posibilidades cumple su manda que año con año realiza en la zona del hospital general.
Ya que hace algunos años, su pequeña hija, al tener complicaciones de salud fue llevada al hospital mientras que en la ambulancia paramédicos la daban por muerta, situación que destrozó el corazón de madre de Isabel.
Durante el trayecto se encomendó a san judas y al llegar al hospital sus oraciones fueron escuchadas y su hija revivió.
“Para mí, es muy bonito compartir los alimentos con los irapuatenses y aunque es una manda lo disfruto con el corazón”, concluyo la señora Isabel.
“Fue un temeroso diagnóstico que resultó en algo favorable para mi vida”
Roció Pérez, hace aproximadamente 6 años se sentía dentro de una angustia por algunas dolencias que presentaba en su cuerpo.
Al acudir al doctor y con la mentalidad de esperar lo peor a San Judas se encomendó y se realizó los estudios pertinentes para conocer su estado de salud.
A los pocos días el resultado de los estudios fueron favorables para la señora Pérez.
Lo que originalmente inició como la peor angustia de su vida, se convirtió en el placer de compartir año con año junto a su familia la dicha de apoyar a su gente.
“Yo le prometí a San Juditas que cada año que me prestara vida yo estaría aquí regalando un poco de lo que me da y con eso ayudar a la gente que más lo ocupa”, mencionó la señora Roció.
Esta fecha es de suma importancia para los feligreses devotos de San Judas ya que dan a los que más necesitan un poco de todo lo que reciben durante el año.