Irapuato, Guanajuato.- José Guadalupe Ramírez Castro alias “El Lupe” o “Kui” de 45 años de edad, lleva 30 años laborando en el oficio de la albañilería.
“Lupe”, comenzó a trabajar en este noble oficio a los 15 años de edad por la necesidad de ayudar a sus padres con los gastos, ya que eran una familia de 13 integrantes.
“Comencé a trabajar con un arquitecto que vive en Tabachines, ahí aprendí todo, llegue sin saber hacer la mezcla ni nada, pero al paso del tiempo fui aprendiendo a hacer cada cosa con mucha practica”, dijo.
Para este irapuatense, el terminar alguna construcción es de sus mejores satisfacciones, ver los resultados de un trabajo donde se la pasaron bien, entre risas y comidas con sus compañeros.
Una de las obras más grandes que “Lupe” ha hecho fue construir el auditorio de la preparatoria el CECYTEG.
José Guadalupe y sus dos hijos José y Juan, son un apoyo fundamental en el “equipo”, que hace “Lupe”, para la construcción.
“En la obra si se corre peligro, solo hay que ser cuidadosos un día, ‘nomás’ me paso una vez que me encajé el disco de la pulidora en la pierna y pude haberla perdido, pero son accidentes que le pasan a uno en el trabajo”, externó.
A pesar de ser un trabajo peligroso y demandante, aún existen ciudadanos que se dedican a este noble oficio de la construcción.
¿Sabías que?
Aunque se desconoce el origen exacto de esta celebración, se dice que antes de la Conquista los campesinos de pueblos prehispánicos solían hacer ceremonias y algunos sacrificios para tener buenas cosechas, pero con la evangelización, las costumbres agrícolas se mezclaron y comenzaron a dirigir sus pedimentos a la Santa Cruz.
Con el tiempo, muchas de las familias que tenían esas costumbres comenzaron a diversificar sus quehaceres y algunos empezaron a dedicarse a la construcción, pero conservaron las tradiciones; así que, en lugar de pedir para tener buenas cosechas, pedían a la Santa Cruz para que no sufrieran accidentes o caídas durante su trabajo que implica peligros en las alturas.
¡Feliz día del Albañil”