Pénjamo, Guanajuato.- “Mi esposo se contagió de Covid-19 en el camión, él era quien salía a surtir los dulces a San Juan, se iba en camión y ahí va la gente amontonada, algunos hasta se quitan el cubrebocas” dijo la comerciante de Pénjamo al recordar a Juan José, su compañero de vida quien perdió la batalla contra el Coronavirus hace apenas unos meses, a la edad de 60 años.
Dulce “N”, nombre que le dimos a la comerciante para proteger su identidad, relató la complicada situación que se encuentra atravesando, al ser ella la que ha tenido que tomar las riendas de su negocio que atendía su esposo, ya que ha sido el sustento de su familia por más de 50 años.
“Mi esposo era el encargado de surtir, vender, y proveer a la familia, ocasionalmente yo venía al mercado a ayudarle, pero casi siempre me quedaba en casa atendiendo a mi hijo con discapacidad”.
“Uno no está preparado para situaciones tan complicadas, no piensas en que la vida te puede arrebatar a un ser querido de un día para otro, y de repente se va el pilar más fuerte y el mundo entero se te viene encima”.
“Han sido un año difícil, de la pérdida de un familiar no te repones tan fácil y hay que salir a trabajar el doble, porque continúas en tus quehaceres en la casa pero además ahora toca trabajar para salir adelante”.
Así mismo, la comerciante dijo que la situación de la pandemia afectó gravemente a su negocio de dulces tradicionales, ya que el gobierno de Pénjamo suspendió la venta del comercio por 8 meses, tiempo en el que se gastó sus ahorros en medicinas para costear la enfermedad de su esposo y para poder sobrevivir.
Aunado a esto, Dulce comentó preocupada y con tristeza que las ventas están muy bajas ya que apenas le alcanza para volver a surtir, además de que tiene miedo de que la vuelvan a quitar si se llegara a agravar la situación del Covid-19, porque su puesto de dulces es el único apoyo económico con el que cuenta.