León, Guanajuato.- La afición leonesa se quedó con las ganas de que su ídolo Mauro Boselli regresara al equipo verde de sus amores: jugó su último partido como futbolista profesional y se despidió como grande: Campeón de la Copa Argentina al frente de Estudiantes de la Plata.
Disputó los últimos 20 minutos en la final de la Copa y al final fue coreado por su afición. La despedida fue emotiva.
En Agentina, Boselli se va con 269 goles y 43 asistencias en 629 juegos a nivel de clubes, además de cuatro partidos y un gol con la selección de su país. Cumplió lo anunciado hace un mes: que sería su último semestre como profesional. A los 38 años, puede presumir una carrera de 20 años en clubes de Argentina, Inglaterra, España, Italia, Paraguay, Brasil y México.
Se trata del segundo máximo goleador en la historia del Club León, al que llegó en 2013 y anotó 130 veces, sólo por detrás de Adalberto “Dumbo” López, que anotó 136 goles. El Matador alzó los títulos de Liga MX del Apertura 2013 y el Clausura 2014, con Gustavo Matosas como entrenador. Boselli fue el mejor delantero del circuito nacional.
En cinco años ganó tres títulos de goleo individual, anotó en Liga de Campeones de Concacaf, Copa Libertadores, Copa y Liga. Tuvo la osadía de rechazar a clubes como América y Cruz Azul para preferir al modesto Querétaro y al resucitado León, quien había estado dos veces en segunda división.
Un desencuentro con la directiva leonesa, por su renovación en 2018, derivó en una abrupta salida. Se refugió en Brasil, pasó por Paraguay, donde fue campeón, y volvió a Estudiantes para 2023.
En este club, el que le dio brillo hace 15 años, recuperó la magia y se alzó campeón goleador en el primer semestre del año. Luego perdió la titularidad, pero se mantuvo en forma. Rompió la marca del club en cuanto a goles en torneos internacionales y hasta se reconcilió con la dirigencia del León, el club de la ciudad que considera su segunda casa.
Mauro Boselli dejó una gran herencia a Estudiantes, que sumaba 13 años sin ganar algún título y ahora, con este logro, se clasificó a la Copa Libertadores 2025 y disputará la Supercopa Argentina ante River Plate.
La afición leonesa soñaba con despedirlo en el estadio Nou Camp; ahora sueña con tenerlo como entrenador.
