Mariscos “El Mar”; más de 30 años deleitando a los paladares cueramarenses

“El Güero”, comenzó a laborar en la industria del marisco dentro del Mercado Hidalgo de Cuerámaro, desde que tenía 10 años de edad, hoy en día tiene su propio negocio con más de 30 años y es conocido por su calidad, sabor y carisma de Don Octavio

Con más de 30 años de experiencia, se ha convertido en todo un maestro de los platillos del mar. Fotos por Francisco Somoza.

Cuerámaro, Guanajuato.- Octavio Ramírez León “El Güero”, de 60 años de edad, tiene más de 30 años vendiendo mariscos en el municipio de Cuerámaro, donde es reconocido por su sabor, calidad y carisma.

Todo comenzó en el año 1972, cuando “El Güero” a la edad de 10 años empezó a trabajar en el mercado de la ciudad, donde aprendió a manejar el marisco; Posteriormente, en diciembre de 1989, después de muchos años de trabajar y ser empleado, decidió emprender y comenzó el negocio “Mariscos el Mar” que se encuentra en el jardín principal del municipio.

Don Octavio ya es parte de la historia de Cuerámaro.

“Éramos 16 hermanos y teníamos que trabajar todos, fuera lo que fuera, trabajaba desde las 6 de la mañana a las 9 de la mañana y luego regresaba a la 1 de la tarde cuando terminaba la escuela, pero después el patrón ya no me dejo estudiar y deje la escuela y solo termine la primaria”, externó.

Al paso de los años, cuando Don Octavio, inicio con su negocio, fue un proceso largo de adaptación, pero al cuaramarenses siempre le gusto trabajar, así que no había “vuelta pa’ atrás”.

“Un hermano me ayudo cuando puse mi negocio, me apoyo con una parte de dinero y pues aquí estamos desde el 89”, dijo.

Octavio Ramírez León “El Güero” deleita con sus cocteles a los cueramarenses.

Don Octavio se fue a vivir al norte a buscar una vida mejor, pero al no irle tan bien como el esperaba, regresó a Cuerámaro, dejando a todos sus amigos allá, cuando sus amigos iban al municipio le decían; “Ya ves güero, aquí estaba tu norte, jodidos nosotros que estamos allá como negros” y lo veían con mucho orgullo.

“Mi ilusión es trabajar, me gusta estar en mi lugar, me levanto y estoy desayunando y ya me muero de ganas de estar en mi negocio”, explicó.

Para concluir, “El Güero” agradeció a la ciudadanía de Cuerámaro, cabecera municipal y comunidades, inclusive a todos los que están en la frontera por su preferencia, “Sin mis cueramarenses yo no soy nada, hay que reconocer que, sin ellos, yo no estaría aquí y que no olviden que aquí en Mariscos ‘El mar’ son bien recibidos, con los brazos abiertos”, puntualizó.

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