Pénjamo, Guanajuato.- Algunos maestros del CECyTEG Pénjamo, señalaron que son objeto de acoso laboral por parte de las autoridades del plantel. Los profesores mencionaron que supuestamente les levantan “actas de violencia”, sin investigar lo que en verdad ha sucedido.
El maestro Jaime Hernández quien ha impartido la clase de matemáticas durante 22 años, señaló que, la autoridad del maestro se ha terminado, “ya no la tenemos; si llamamos la atención a los alumnos o si levantamos la voz por más mínimo que sea, los muchachos se estresan y se quejan con los directivos; posteriormente nos mandan llamar y nos exponen con los alumnos, nos enfrentan con ellos, hay una supuesta conciliación en donde se terminan empoderando al alumno sobre el maestro”.
El profesor puntualizó que, en su opinión, es incorrecto lo que se está haciendo dentro del plantel, porque, los maestros, dijo “pierden” la autoridad para controlar a los alumnos, “a los muchachos les dan libertades para expresar lo que sienten, aunque no sea cierto lo que ellos refieren que les hicimos, van y dicen mentiras o inventan lo que paso”.
La maestra Samantha García dijo que, en el colegio se levantan una especie de “actas de violencia”, cuando un alumno va a reportar a los profesores; para ella estos documentos son supuestamente violatorios de varios de los derechos que se tienen como trabajador, “se violentan mis derechos laborales y humanos”, en poco tiempo la maestra comentó que se le han levantado dos actas.
La profesora puntualizó que no se le ha tomado en cuenta para la elaboración de dicha acta y dijo que las autoridades del colegio sólo le dicen que el acta “ya está levantada” con el sólo dicho de los alumnos y no se escucha su versión de lo que aconteció, “tienen derecho a redactar una relatoría de lo acontecido, pero el acta ya está levantada para checar el tipo de violencia que se ejerció contra ese alumno”.
La maestra refirió que, este tipo de actas “es pura manipulación” de los alumnos, añadiendo que “depende de la inteligencia emocional de cada estudiante, lo que es una corrección es tomada como violencia; hay ocasiones que en una misma semana te mandan llamar la dirección de cinco diez veces para aclarar, por qué dijiste, por qué hiciste”.
La maestra refirió que, ante este acoso, ha dudado de su capacidad para dar clases después de 24 años de labor educativa y comentó que imparte clases de materia, energía y ecología, entre otras; mencionando que, desde hace algunos meses, cada día llega a su trabajo “con miedo y coaccionada”, pues refiere que en el plantel los alumnos han tomado la batuta.