“La porra de Querétaro… estaban a punto de derribar la malla ciclónica que nos separaba”

Los Hijos de la Mermelada estaban acorralados en el estadio y la porra queretana estaba a punto de derribar la malla, relató uno de los líderes de la porra

Irapuato, Guanajuato.- “Gabrich y yo planeamos meternos al campo para evitar que la porra de Querétaro golpeara a los Hijos de la Mermelada, estaban a punto de derribar la malla ciclónica que nos separaba”, así recordó Paúl al líder y fundador de la barra irapuatense, en el homenaje que se le rindió en el Sergio León Chávez.

“Se te extraña Capo”, así se refirió Paúl sobre como vive la desaparición de su amigo Gabriel “Gabrich” Bautista, quien perdió la vida en un ataque armado a un bar en la ciudad de Celaya en el año 2022, junto con su pareja sentimental y varias personas más.

Paúl mencionó que él conoció a Gabriel cuando acompañaba a la porra en los viajes que se organizaban para ir a apoyar a la Trinca, pero cuando coincidieron en la preparatoria fue cuando más cercanía comenzaron a tener.

Aunque al principio la relación no fue del todo buena, pues Paúl mencionó que Gabrich le comentó que no le veía madera para estar en la porra debido a que era “muy fresa”, pero a lo largo del tiempo la amistad fue creciendo.

La madre de Gabriel, doña Raquel, fue quien influyo para que a Paúl se fuera integrando a la porra ya que ella era la que le platicaba al papá de Paúl a donde se ira la porra a apoyar al equipo, y fue así que comenzó la amistad entre ambos.

Gabriel es un referente no solo en para los Hijos de la mermelada, sino para el futbol irapuatense, ya que además de ser un líder dentro de la barra, igualmente hacia muchas cosas fuera, entre ellas, él se involucraba en proyectos sociales, daba empleo en su empresa, en fin, era todo un personaje, mencionó el amigo.

Paúl recordó que en algunos de los viajes que se presentaron con la barra, se tornaron muy tensos y ellos que eran los lideres y los de mayor edad tenían que estar a la cabeza para solucionar las situaciones.

En un partido en contra de Querétaro la parra local estaba a punto de derribar el alambrado que separaba a ambas porras y obviamente se convertiría en un problema, así que entre Gabriel y Paúl armaron el plan de que uno de ellos se brincara a la cancha, así Paúl se mete al césped, paran el partido, es esposado por la policía y al momento de ser escoltado para sacarlo del campo, el fresero le dice al policía que están a punto de romperse las mallas que mande refuerzos.

El policía manda el comunicado y llegan los refuerzos a la zona de la porra de la trinca y se evitó un problema mayúsculo; ya en la calle, el policía que tenía esposado a Paúl le dice quítate la camiseta, te voy a dejar ir, para que ya te vayas.

Paúl desconcertado sin saber que hacer o a donde dirigirse comenzó a caminar y justo en una avenida de la ciudad de Querétaro un autobús comenzó a sonar la bocina y era Gabriel con los hijos de la mermelada que los andaban buscando.

Así y más historias vivió Paúl con su entrañable amigo de aventuras en diferentes plazas futboleras del país, apoyando a la Trinca de sus amores.

Con Dios y con la Trinca y “Gabrielito” vivirá siempre en nuestros corazones.

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Periódico Notus
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