
Irapuato, Guanajuato.- La infancia se va perdiendo un poco ya que en esto tiempos las mamás trabajamos y les ponemos menos a tención a los hijos, además en el rancho la infancia se vive mejor que en la ciudad comentó Teresa que el día de hoy es madre de dos hijos y vive en Irapuato.
En las ciudades los niños deben de estarse cuidando de que, si pasa un auto a gran velocidad, las personas no se fijan y no respetan, por lo que los niños de las ciudades crecen más privados de la libertad que los niños de los ranchos. En cambio, en Las Veredas comentó Tere:
“Nosotros, disfrutábamos de salir a jugar, de juegos diferentes, pero ahora con el trabajo no hay tiempo de sacarlos a jugar al parque, o no puede una dejarlos salir a la calle por el temor a la violencia y uno tienen miedo de que les vaya a pasar algo”.
Tere recordó su infancia en la comunidad, todo el tiempo la pasaba jugando en la calle, no había temor de que algo pasara, pues todas las personas del rancho ubicaban perfectamente de quien era cada uno de los niños y siempre estaban al pendiente de todos los chiquillos.
“Jugábamos a las cebollitas, encantados, a la pelota, a los colores, en fin, en el rancho la infancia es mejor que en las ciudades” afirmó la penjamense.
Por último, Teresa quisiera que sus hijos vivieran una infancia parecida a la que ella vivió, pero dijo que lamentablemente “no se puede” y que hay que conformarse con que salgan al parque o a la plaza de vez en cuando, sin embargo, siempre con el temor de ver quien se le acerca a los niños.