Irapuato Guanajuato.- Juan Vázquez, es el nombre del velador del panteón municipal del Irapuato, dicho empleo lo consiguió en un momento difícil por el que estaba pasando.
“En una etapa no tenía trabajo, conocí a un amigo y me dijo que estaban solicitando elementos para la vigilancia, y me dijo -tu haz trabajado en eso-, y pues sí, trabajé como vigilante como 30 años, en su momento la pensé porque pues tengo mis años, pero hay una licenciada que se llama Griselda, a la cual agradezco mucho y ella me recomendó y hasta la fecha aquí estamos”, señaló Juan Vázquez.
El trabajo de velador es un empleo de mucha responsabilidad y sobre todo valentía, pues noche a noche Juan lo vive con incertidumbre.
“Estar aquí en un peatón es un trabajo de responsabilidad, porque no a mucha gente le gusta, pero una vez que te acostumbras a el es como tu casa, yo cuando vengo aquí, no pienso que es un panteón, yo lo veo como mí trabajo. Y cuando suceden las cosas (manifestaciones), trato de ignorarlas, porque estando aquí tu solo toda la noche y hacer los recorridos, solo con la luz de la avenida es otra sensación, es una sensación indescriptible, como de incertidumbre, no de pensar en los difuntos, sino de pensar que alguien se esté metiendo, que te den un golpe o algo, porque aquí no puedes pedir auxilio, porque nadie te escucha”, dijo Juan.
Cuando inició el velador sus funciones hace 4 años, se le advertía que había gente quienes hacían rituales dentro del cementerio, a la fecha, Juan, no ha tenido que lidiar con ellos, aunque si ha sido testigo, de “apariciones”.
“En un inicio me mencionaban, que venían y hacían rituales, pero en realidad no, en lo que tengo aquí no he visto que vengan a hacer eso, lo que sí, es que vienen por las mañanas y dejan algo. Por otro lado, manifestaciones aquí son normales, es el lugar, hay personas que su vida fue muy complicada y cuando pasan a otro mundo no se pueden ir, y de alguna manera ellas se manifiestan, no son diario, son ocasionalmente”, comentó el velador.
Cuando suceden ese tipo de fenómenos, Juan trata de tranquilizarse y no prestarles atención, dentro de lo que el velador ha experimentado se encuentra el ver a un animal convertirse en un humano.
“Cuando me toca ver cosas, me tranquilizo y me siento en alguna lapida y me fumo 2 o 3 cigarros, para tratar de tranquilizarme, porque pues quieras o no si se sienten los escalofríos. En una ocasión me tocó ver la transformación de un animal a una persona normal, en otra ocasión vi a una persona estar en dos lugares a la vez, en otra ocasión yo tenía mucho sueño y dije ahorita salgo, denme 5 minutos nada más y a los 5 minutos me hablaron, y desde luego, se escuchan gritos y ruidos, por eso yo digo que, si existen y están en un plano diferencial al nuestro nada más, tal vez están esperando algún momento para irse”, finalizó Juan Vázquez.