Irapuato

Jesús García Ruíz 60 años plasmando su visión a través de la fotografía

Irapuato, Guanajuato.- Jesús  García Ruíz de 81 años de edad, es un destacado Irapuatanse con una historia digna de contar. De profesión relojero desde hace aproximadamente 70 años, conocido ya por su dedicación en su relojería ubicada en la zona centro de la ciudad llamada Big Ben, pero quizá pocos conocen la otra cara artística de García Ruiz quien también dedicó 60 años a la fotografía en blanco y negro principalmente así como trasparencias, aprendiendo de manera autodidacta y capturando imágenes inmortalizadas en papel con una gran técnica, lo que le valió varios reconocimientos nacionales e internacionales.

Jesús García comentó que fue su padre de profesión relojero, quien marcó parte del rumbo de su vida, pues fue quien compró una cámara fotográfica con la cual capturaba retratos familiares, nunca imaginó que sería el detonante creativo de la mente de su hijo “ me intereso ver que él tomaba sus fotos familiares, después comencé a comprar revistas de fotografía para documentarme, me empezó a interesar y mi padre me compró una cámara Brownie de rollo, posteriormente comencé a requerir algo con más técnica para las fotos, y me hice de mi cámara semiprofesional” dijo.

 

Fundador del “Club Fotográfico Irapuato”

_MG_1047Asimismo el fotógrafo comentó que luego de un tiempo de incursionar por la fotografía, comenzó a reunirse con varios amigos apasionados también de capturar momentos de la vida cotidiana para realizar viajes e inmortalizar momentos y pasajes.

García Ruiz fue socio fundador del Club Fotográfico Irapuato el cual llegó a tener un aproximado de 30 socios y tuvo la oportunidad de participar en gran número de concursos nacionales e internacionales, entre ellos en León, Celaya, Salamanca. También concursó en salones nacionales organizados por el Club Fotográfico de México, Torreón YMCA y del Foto Club de Ingenieros. En los cuales ganó trofeos, medallas y diplomas por su participación.

A nivel internacional tuvo la oportunidad de participar en Torino, Italia, Linz, Australia, Alba, Italia, San Francisco, California, Philadelphia, entre otros.

 

Gran acervo fotográfico de Irapuato y otras ciudades

El Irapuatenses también cuenta con varias exposiciones, entre ellas una en el Museo del Pueblo de Guanajuato, en compañía de su hermano, así como en el Museo de la Ciudad de Irapuato (por mencionar algunas). Cabe señalar que García Ruiz cuenta con gran acervo fotográfico del Irapuato de antaño, a través del contraluz (blanco y negro) y transparencias, plasmó imágenes nostálgicas que lograron representar lo que José Chávez Morado, 1993, artista plástico mexicano llamó “reliquias del tiradero del consumismo que llaman progreso voceros oficiales y privados”.

Posteriormente García Ruiz comentó que la mayoría de los integrantes del Club Fotográfico Irapuato fueron falleciendo y se desintegró, “Dejamos de participar como el club se desintegró, ya no seguí concursando pero le quedó a uno la inquietud de tomar fotos y seguir, de vez en cuando salgo a tomar una o dos fotos” dijo.

Por último el fotógrafo Irapuatense platicó que una de sus mayores satisfacciones fue que como el imaginaba la fotografía luego del proceso de revelado en el cuarto obscuro que el mismo realizaba, así salía, “Como yo veía la foto, o pensaba que salía tenía que salir, no es como hoy que en las cámaras digitales que después se arreglan en la computadora, aquí uno mandaba la cámara, si yo me equivocaba y no salía, yo era el de la culpa, no la cámara” dijo.

Al contemplar las fotografías de los hermanos García Ruiz, Irapuatenses y por lo tanto abajeños como yo, lo primero que me domina es la belleza intrínseca den tan pura selección, noto en ellas valores dramáticos del negro más intenso, tonos sutiles de luz y grises de contrastes, me excitan las texturas más diversas y las asimetrías dinámicas de sus composiciones. Primera visión. Con esos medios técnicos estéticos, los fotógrafos traen a nuestros ojos: gentes, muros, arboles, atmosferas, y la frialdad del análisis adquiere el cálido alimento humano,  el que la cultura ancestral de nuestro Bajío selecciona a través de nuestra sensibilidad, ni la desgarradora imagen del desierto, ni la jocunda alegría del trópico, sino ese medio tono de la meseta que bien podríamos adjetivar como lopezvelardino.

jose chavez morado

Esta última consideración me hace interrogar ¿Cómo lograron  estos modernos artistas arrancar esas imágenes impregnadas de nostalgia con aparatos tan fieles que no pueden mentir como los pinceles? El rescate logrado por estos hermanos tiene valor actual, el del arte, pero también el de la historia cuyos engranes  no paran ni un minuto.

Yo felicito a mis coterráneos abajeños por haber extraído estas reliquias del tiradero del consumismo que llaman “progreso” voceros oficiales y privados.

José Chávez Morado, 1993.

(Fragmento tomado del folleto de la exposición de Jesús y Juan Manuel García Ruiz su hermano en el Museo del Pueblo Guanajuato)

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