Texto y fotos: Juan José López Luna.
Irapuato, Guanajuato. – “Comenzaba la década de los 90s y a medio año el 11 de Julio 1991 el universo sincronizó sus movimientos, para que ese día miles de ciudades, entre ellas Irapuato, tuvieran 2 noches y 2 días con el eclipse total de sol… a las 11:47 de la mañana, la sombra de la luna entró a suelo mexicano por La Paz B.C, los sentimientos fueron diversos; unos se angustiaban, otros se atemorizaban, unos más se asombraban y el resto, millones, se alegraban y reían y lloraban jubilosos por la magnitud del fenómenos celeste, mientras pocos, muy pocos, recapacitaron y comprendieron que ante la inmensidad del universo, somos una pisca de polvo, pero agraciados por un Ser Superior o una energía celestial divina”.
TREINTA AÑOS Y AÚN LOS PELOS SE PONEN DE PUNTA
“Aún después de 30 años, la piel se enchina al recordar el mayor fenómeno celeste del siglo pasado…Desde semanas antes junto con mi hermano Manuel, y como pudimos, raquíticamente nos preparamos para el jueves 11 de Julio, la idea era fotografíar el eclipse, pues podía ser la única vez en la vida que pudiéramos verlo. Apenas 1 año atrás tuve mi primera cámara, una Yashíca y entrado al mundo de la fotografía, sin apenas saber poner el rollo y un poco de las técnicas, pero ese día ya tenía una Péntax con un lente 70-200…unos cartones en la azotea de la casa, una libreta de apuntes y una lámpara, eran las herramientas que teníamos”.
LA DIOSA LUNA FUE DEVORANDO AL DIOS SOL
“La ansiedad nos invadió apenas clareando el día, y mientras la gente iba y venía en las calles y otros hacían sus trabajos, varios más impacientes aguardábamos la hora…hasta que a las 11:48 el Dios sol comenzó a ser devorado por la Diosa luna, como siglos antes nuestros ancestros dejaron grabados en los códices, sin que acá abajo en la tierra los millones de seres lo percibieran, aunque la mayoría de las personas sabía que después de la 1 de la tarde algo iba a pasar con el sol y la luna y por varios minutos se oscurecería. Poco a poco, el disco del Sol fue semejando más y más un gajo de naranja, generando expectación en los seres humanos, que desde cualquier punto del planeta, unos en vivo y otros en televisión, atónitos contemplaban el fenómeno natural, sin comprender acaso qué fuerzas cósmicas movían con exactitud al sol, la luna y la tierra, para que pudieran alinearse perfectamente y se creara el eclipse”.
IRAPUATO QUEDÓ EN EL CENTRO DE LA SOMBRA LUNAR
“Según los científicos la trayectoria de la sombra lunar entraría por La Paz B.C. en seguida a Nayarit, después por Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Distrito Federal, Puebla, Hidalgo, Edoméx, Morelos, Tlaxcala, Guerrero, Veracruz, Oaxaca y Chiapas sería lo último, para seguir hacia Centroamérica y partes de Sudamérica. Mi pueblo Irapuato, era uno de los puntos ideales para apreciar en todo su esplendor el fenómeno natural, así mucha gente usó tinas con agua y otros debajo de los árboles reflejaron la luz para verlo … a las 13:14 horas la intensidad de la luz solar era apenas notoria en las calles, oficinas y viviendas, y fue entonces que miles dejaron sus quehaceres para voltear la vista al cielo, unos con lentes especiales de cartón, otros con cámaras y telescopios y miles más temerosos por la tele en vivo”.
EL SOL Y EL TIEMPO SE DETUVIERON, ESTALLANDO EL JÚBILO
“Los siguientes minutos fueron, únicos en la vida de los millones de seres humanos que mirábamos al cielo, cuando el medio círculo del sol se fue haciendo más delgado y su luz lentamente se iba degradando, un fresco viento comenzó a soplar y el ruido normal de fábricas, vehículos y gente, cesó, unos segundos después la oscuridad total llegó, al mismo tiempo que un nudo en la garganta, el sol desapareció, todo se detuvo, eran la 1 de la tarde con 17 minutos y 15 segundos y de pronto fue apareciendo la corona solar, un haz de luz que dejaba ver claramente la dispareja redondez de la luna y que asemejaba un huevo estrellado, los destellos blanco-azulosos se fueron apagando en seguida y surgió el primer anillo de diamante, luego se vio un tenue círculo blanco con protuberancias rojizas . Fue entonces que estallaron en júbilo los gritos, la risa, la alegría y las lágrimas en miles, toda esa emoción y angustia contenida de no saber qué y cómo sería realmente el eclipse, se nos salió del pecho, mientras miles de aves desconcertadas regresaban a sus nidos y otros animales se acurrucaron a dormir porque repentinamente la noche les llegó”.
LOS 7 MINUTOS MÁS GRANDIOSOS DEL SIGLO PASADO
“Durante los casi 7 minutos que duró el clímax del eclipse, por primera vez, y única para miles y miles, pudimos apreciar la inmensidad del cosmos, aparecieron las estrellas que pintan el cielo, de nuevo un nudo en la garganta y un escalofrío nos invadió al vernos diminutísimos en el vasto universo…pero había que vivir al máximo esos momentos y perpetuar la maravilla natural, muy difícil de captar, pues la sola palpitación de corazón mueve la imagen, pero aguantando la respiración y la cámara en bulbo pude lograrlo casi perfecto…y a las 13:20 con 29 segundos surgió el segundo anillo de diamante el más fabuloso de un eclipse, pero también el de más peligro. No me importó arriesgar mi ojo, quise obtener uno más grande, lo aguanté, hasta que sentí cómo un chorro de luz impactó mi retina, por segundos ví todo oscuro, luego me repuse, pero desde entonces a la fecha la visión se ha ido perdiendo. Pero, fue algo grandioso, sublime y valió la pena, un fenómeno natural que en 30 años no se ha vuelto a repetir y sólo deseo que Dios me conceda volver a vivirlo el 8 de abril del 2024, otra vez aquí en México”.
UNA PISZCA DE POLVO SOMOS EN EL INFINITO UNIVERSO
“Sí, fue un 11 de Julio del 91 cuando Irapuato, tuvo 2 noches y 2 amaneceres, cuando el sol y el tiempo se detuvieron para dejarnos atónitos, perplejos, asombrados y sembrando en las almas y corazones de los humanos, la reflexión de cuál es realmente nuestro lugar en el infinito espacio”.