Gobernadora tendremos

Se trata de cuatro mujeres que aspiran a gobernar Guanajuato

Son apenas formalmente precandidatas, pero dos de ellas ya llevan camino andado en promoción disfrazada de contienda interna: se trata de cuatro mujeres que aspiran a gobernar Guanajuato.

Desde el cerro de Las Enredaderas, donde se encuentra el Congreso del Estado y desde donde se divisa el valle de la política, va la reflexión:

Se trata de Libia Dennise García, por el Partido Acción Nacional (PAN); Alma Eduwiges Alcaraz Hernández, por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); Yulma Rocha Aguilar, por Movimiento Ciudadano; y Virginia Marie Magaña Fonseca, por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). A menos que haya línea nacional que baje a la verde o fusione a la naranja, habrá cuatro candidatas

Libia Denisse fue destapada en los hechos desde hace meses cuando se le pasó de la Secretaría de Gobierno a la de Desarrollo Social y Humano. Actos masivos pletóricos de acarreados mostraron que indudablemente estaba destinada a buscar la continuidad panista. Es licenciada y maestra en derecho, fue asesora parlamentaria y funcionaria estatal

Alma Alcaraz ganó en una opaca “encuesta” una candidatura por razones de equidad de género. El que más preferencia tenía era el también expanista Ricardo Sheffield, severamente cuestionado por señalamientos de violencia de género. Es contadora pública oriunda de Jalñisco y fue dirigente y legisladora panista en Sonora.

A 16 días de renunciar al PRI, la diputada local Yulma Rocha Aguilar se registró ayer al mediodía como precandidata de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Guanajuato, en la Ciudad de México. Es irapuatense, ha sido diputada local y federal con anterioridad y desde hace dos años se confrontó con la actual dirigencia priista. Finalmente renunció al tricolor. Dijo que lo hizo a invitación del líder emecista, el expriista Dante Delgado. Dejó a la raquítica bancada priista aún más delgada, con sólo tres escaños.

El PVEM en Guanajuato anunció que no irá aliado con Morena para buscar la gubernatura de Guanajuato, alcaldías y diputaciones locales y que será mujer su candidata: ayer se decidieron por Virginia Magaña. Originalmente el que se promovió para ser candidato fue el diputado local Gerardo Fernández González. Dicen los verdes que no conviene la alianza con Morena porque en el partido guinda hay una profunda división. La cuasi abanderada ecologista es psicóloga y maestra en educación, ha realizado labores partidistas de formación política.

Sergio Contreras Guerrero, secretario del Comité Ejecutivo Estatal del PVEM, declaró que el viernes pasado el Consejo Político Estatal se reunió y acordaron no tener una alianza en las candidaturas locales, gubernatura, ayuntamientos y diputaciones locales.

El PVEM tiene una intención del voto del 8 %, afirmó.

Acomodos y desacomodos

Lo que queda del Partido Revolucionario Institucional (PRI), acordó ir en alianza con PAN y PRD para la gubernatura, diputaciones y presidencias municipales. El PAN guanajuatense tiene sectores duros que consideran que la alianza con la morusa tricolor y amarilla no les suma. La línea es nacional.

Por lo que respecta al Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya prácticamente ni el membrete queda. Un diputado local y una presidenta municipal ahora son panistas, al igual que regidores como Carlos Durán, de Cortazar. De los dos presidentes municipales que logró en 2021, el de Tierra Blanca se fue también al blanquiazul y sólo le queda el de Xichú.

No tiene registro estatal y el puñado de sobrevivientes se divide en tres grupos: uno comandado por Serafín Prieto; otro, el de David Cano, que es formalmente el dirigente estatal, y otro más por Isidoro Bazaldúa, que sobrevive con lo que le manda el michoacano Silvano Aureoles. Isidroro se promovía como aspirante a la candidatura al gobierno de Guanajuato. Ahora sólo estará a la espera de ver qué le sobra al PAN. En 2018 alcanzó una diputación plurinominal con alianza con los azules. Ahora la rebanada será más pequeña.

Por lo que respecta a Morena, la fragmentación estatal es burda: el poderoso Ricardo Sheffield, vapuleado; el amigable (del presidente) Ernesto Prieto, que hizo berrinche por el resultado de la encuesta y que le han pegado a sus hijos; David Martínez Mendizábal, el último reducto marcelista en el estado, amén de la gente de Mauricio Hernández, el opaco “súper” delegado.

Sin partido ni liderazgos reales, sólo le apuestan al clientelismo electoral financiado desde la federación.

Muchos estados avanzan en alianza con la 4T. Para Guanajuato el augurio no es bueno.

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