Ciudad de México
La madrugada de este viernes, los vecinos de Lomas de Chapultepec se despertaron por el estruendo de las descargas del fusil Barrett calibre .50, una poderosa arma militar que se habría utilizado en el atentado contra Omar García Harfuch, similar a la que usó el Cártel de Sinaloa para imponer el terror y liberar a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo Guzmán, de las manos del Ejército Mexicano.
El gobierno mexicano ha asegurado hasta seis fusiles Barrett por mes a los grupos del crimen organizado, pero parece no ser suficiente. La mayor parte de los decomisos se realizaron en el noroeste de México, territorio dominado por Los Zetas y el Cártel del Golfo, sin embargo el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, también han hecho uso del fusil.
El Barrett calibre .50 (12,7X99mm) está considerado como el rifle más poderoso del mundo. Perfora estructuras blindadas e incluso el cemento y es capaz de derribar aeronaves, lo cual quedó demostrado el 6 de septiembre de 2016 en La Huacana, Michoacán, en donde integrantes del crimen organizado derribaron un helicóptero policiaco.
Desde 2007, han sido decomisados 190 rifles Barrett en México.
En 2018 fue ocupado para emboscar a elementos de la Secretaría de Marina, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Sucedió con un fusil Barrett, que hasta derriba aviones y que, por supuesto, perforó el blindaje de los vehículos navales”, dijo en un programa radiofónico el asesor de la Secretaría de Marina (Semar), Juan Velásquez, al afirmar que los atacaron con este tipo de armamento.
Velásquez explicó que a pesar de que tienen más preparación y capacidad de fuego, las Fuerzas Armadas no pueden usar armas de alto poder. “Los militares no pueden utilizar armas que los criminales sí. Nos referimos a fusiles Barrett y granadas. Porque los militares estarían cometiendo crímenes de guerra. No pueden atacar con bazucas, con alto poder de fuego”, expresó.
La poderosa arma de guerra tiene un peso de 4 kilogramos. Mide 1.5 metros y tiene una velocidad de salida de 854 m/s. Dispara 70 balas por minuto con un alcance de 2,500 metros.
Autoridades de Estados Unidos reconocieron que el arma formó parte del operativo “Rápido y Furioso”, cuando se introdujeron a México múltiples armas de grueso calibre con la intención de detectar a grupos criminales que las usan. El plan terminó en un escándalo e investigación de las autoridades en ambos lados de la frontera.
Aunque se han requisado más armas en Tamaulipas, se sabe que es el Cártel de Sinaloa el grupo criminal que ha hecho más usos de ella. Durante las pesquisas para atrapar por última vez a Joaquín “El Chapo” Guzmán, se encontró un fusil Barrett en la casa de seguridad de Los Mochis, Sinaloa, donde se ocultaba.
El Ejército Mexicano consideró combatir fuego con fuego
Un informe de 2019 dejó entrever que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) pretende equiparse con el Barrett para aumentar la capacidad de sus elementos, principalmente los desplegados en Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua.
El equipo diseñado por Barrett Firearms Manufacturing Inc, es comercializado a grupos de Fuerzas Armadas de al menos 30 países como Alemania, Arabia Saudita, Brasil, Bélgica, Chile, México, Colombia, Dinamarca, España, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Francia, Grecia, entre otros.
Además de perforar blindajes ligeros y vidrios blindados, el arsenal es capaz de penetrar fácilmente los chalecos antibalas tipo IV y la mayoría de los materiales de construcción de un edificio.