El piloto italiano Felice Bonetto, quien perdiera la vida en Silao, Guanajuato en la IV Carrera Panamericana celebrada en el año de 1953, será homenajeado por pilotos nacionales e internacionales.
Hoy a las 12:30 horas, con 100 coches de la época y pilotos de diferentes nacionalidades participarán en el homenaje a Bonetto. Se estima que el primer vehículo llegué a las 13:00 hrs y el último a las 14:00 hrs., dando una vuelta en el jardín principal de Silao, y de ahí se dirigirán hacia el Parque Guanajuato Bicentenario,, aproximadamente a las 13:37 horas. Posteriormente estarán en la capital de Guanajuato a las 16:35 hrs en la Cuenca de la de Esperanza para bajar por San Javier, pasando por la Alhóndiga, Dos Ríos, la Subterránea Plaza Allende terminando en la Plaza de la Paz. Mañana miércoles a las 8:00 hrs partirán rumbo a Dolores Hidalgo.
¿Qué ocurrió en Silao en 1953?
Se celebraba la IV Carrera Panamericana y la calle 5 de Mayo de Silao, Guanajuato formaba parte de la carretera 45.
El 21 de noviembre de 1953 todo el mundo tenía los ojos puestos en Silao, pues se celebraba la tradicional Carrera Panamericana que consistía en cinco etapas. La primera de estas etapas cubría el tramo de Ocotal a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el segundo tramo comprendía Oaxaca-Puebla-México, el tercero México-León-Durango, el cuarto Durango-Parral-Chihuahua y el último de estos el tramo de Chihuahua a Ciudad Juárez.
En estas carreras panamericanas había tres categorías catalogadas por el tipo de vehículo, muchos de ellos sin toldo, siendo una de ellas los carros europeos, con marcas como Ferrari, Alfa Romeo, Lancia, Aurelia y otros, así como los carros americanos con marcas como Buick y Cadillac y finalmente los carros de marca Renault, Volvo y Vapel.
El paso de los vehículos por Silao provocaba una marcada expectación y se tomaban medidas de seguridad rígidas para evitar accidentes, por lo que no se les permitía a los espectadores estar en las aceras de las calles y sólo en las esquinas o bocacalles al igual que en las azoteas, aparte de que se suspendía toda circulación y la carretera era totalmente de los pilotos.
Aquel fatídico día, por la llamada “curva de la muerte” que se ubicaba donde ahora se localiza el distribuidor vial I, los espectadores vieron el fin de un duelo que sostenían los italianos Piero Taruffi y Felice Bonetto el cual comenzó desde la altura de la comunidad del Espejo (kilómetro 140) y fue en esa curva donde Taruffi pierde el control de su vehículo y sufre un accidente saliéndose de la carretera para terminar en los campos de cultivo, de donde fue ayudado a salir por varios campesinos que presenciaban la carrera en la orilla de la carretera.
Felice Bonetto siguió con la carrera y a la altura de la escuela J. Natividad Macías, conocida en ese entonces como “La Granja”, hizo una pausa aparentemente preocupado por su compatriota Taruffi, por lo cual perdió la concentración, olvidándose por completo que en el entronque de la calle 5 de Mayo (por donde pasaba la ruta) y la Esperanza existía un vado que se había construido para aminorar inundaciones.
Al ver que venía Taruffi ileso, Bonetto aceleró su auto y al llegar a la calle Esperanza tomó el vado a gran velocidad y voló aproximadamente treinta metros estrellando su vehículo en la casa marcada con el número 36 de la avenida 5 de Mayo, donde el piloto italiano estrelló su cabeza contra la cornisa de la ventana, perdiendo la vida de manera instantánea.
El vehículo aún con el cuerpo adentro, continuó su trágica carrera impactándose contra algunos arbotantes del alumbrado público, cruzando el entronque de la calle Oso, para terminar finalmente frente a la tienda llamada “La Gotita de Agua”, en donde actualmente se encuentran las oficinas de gobierno.
Hoy en día, la calle 5 de Mayo de Silao quien fuera testigo de “la última meta” de Bonetto, tiene tres placas en su memoria. En una de ellas se lee: “Felice Bonetto, Campeón Italiano, la muerte aquí detuvo su triunfal recorrido, IV Carrera Panamericana, México. Silao, 21 de Nov. de 1953”.