La honestidad ante todo. Si todos jugaran limpio como lo han hecho estos jugadores, otra cosa sería en el mundo del fútbol. Y es que sorprendentemente el futbolista del Werder Bremen, Aaron Hunt reconoció que no hubo contacto dentro del área y al arbitro rectificó ante la incredulidad del cuadro rival.
Por si fuera poco el ejemplo del FairPlay, el japonés Hiroshi Kiyotake, del Nuremberg, admitió que fue el último en tocar el balón cuando el arbitro dudaba entre señalar saque de puerta o tiro de esquina. Un verdadero juego entre caballeros.
Por: Davinchi
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