Abasolo, Guanajuato.- “El Cuate” Humberto Velázquez se dedicó al negocio de los tacos gracias a un consejo que le dio su padre cuando apenas era un niño, “mi padre era una persona muy sabia, un día me dijo un consejo, Humberto pon un negocio de comida, total si no se vendes te lo comes; o haber vete de tabiquero y comete un tabique”.
Humberto Velázquez contó que él es gemelo y que nació después de su hermano Pablo; añadiendo a manera de chiste que le dijo a Pablo, “ya salte, hasta lo empujé para que se saliera, desde entonces, hay personas que nos confunden continuamente; si tu vez a mi hermano, vas a decir que soy yo”, debido a este parecido entre Humberto y Pablo, el Cuate dijo que han pasado por una serie de anécdotas y travesuras a lo largo del tiempo.
Humberto contó que un día de reyes a su hermano Pablo le dejaron unos zapatos de fútbol, pero a Humberto el regalo le llegó atrasado por unos días, dejándole dinero para comprar, igualmente, unos zapatos de fútbol; Humberto, al llegar a la “huarachería” tomó los zapatos que le gustaban y el dueño al verlo le dijo ¿Pablo ya vienes a cambiar esos zapatos?, llévatelos; y así lo hizo, y se fue sin pagarlos.
Con el dinero que no pagó en la huarachería, 22 pesos que los reyes le habían dejado, Humberto aprovechó para ir a comer tacos, dijo que eran los más ricos que ha comido en su vida, los cuales se vendían en la plaza.
El abasolenses, dijo que eran unos tacos que preparaba una señora y que llevaba en su canasta, sin embargo, a cada mordida que daba a esos deliciosos tacos, el arrepentimiento se iba apoderando del cuate por haber engañado al viejito de los zapatos.
Los hermanos Humberto y Pablo son taqueros en los portales del mercado de Abasolo, ambos heredaron de su padre el gusto por la fabricación de este tradicional antojito mexicano; ya tienen 50 años de taqueros.
Los hermanos Velázquez, comenzaron a ayudar en las labores del negocio desde que tenían 8 años de edad y su padre como regalo de bodas le cedió la administración del puesto de tacos y desde entonces, no ha dejado de trabajar atendiendo a los comensales que se aceran a su puesto.
Sin embargo, Humberto contó que de vez en cuando, ha decidido irse para Estados Unidos, pero su hermano no ha querido acompañarlo en las aventuras; la primera vez que estuvo allá, fue a ayudarle a una persona que solicitó su experiencia para que le brindara sus conocimientos sobre como se maneja una taquería y Humberto comentó que hasta la fecha la taquería está abierta y llena de clientes, cerca de la ciudad de Orlando, Florida.