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El valor de lo socialmente incorrecto

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“Sólo el tiempo da justo valor
a lo que en su momento se calificó
de socialmente incorrecto”.
Abel Pérez Rojas.

Pocas veces sabemos cómo es que algo llega a convertirse en socialmente incorrecto. Pero sí sabemos que mantenerse en el marco de lo que aprueban las mayorías – o dicho de otra manera, lo socialmente correcto- abre el escenario de la popularidad, frecuentemente a lo tasado como legal y, por ende, de todo aquello que va aparejado con la “normalidad”.

Es cierto que en apariencia nos regimos por lo que dictan las mayorías, dado que ese es el fondo del sistema partidista imperante, y en términos generales de nuestra deformada forma de gobierno. Entonces abordar lo socialmente correcto e incorrecto es mucho más que una simpleza; es entrar al fondo de un asunto que pasa desapercibido e invisible para las mayorías.

Si le vamos quitando el calificativo de socialmente incorrecto a muchas cosas y circunstancias, estaremos en posibilidad de acceder a nuevas formas de pensamiento y convivencia hasta ahora ajenas, y esto dicho en otras palabras es romper paradigmas.

Le pondré como ejemplo práctico la marihuana.

En México durante muchos años el uso de la marihuana para fines terapéuticos y ceremoniales era algo común, los saberes en torno a ella se transmitieron de generación en generación, era algo socialmente aceptado.

Un día todo cambió y el uso de marihuana -por la combinación de corrupción, ignorancia, ambición y una compleja red de intereses nacionales e internacionales- se volvió socialmente incorrecta.

Luego tuvieron que pasar varias décadas para que se volviera a tocar el tema y ahora tal vez hasta después de las sentencias y reformas legales en curso, lo que fue “socialmente incorrecto” pase a ser legal y con ello otra vez vuelva a ser aprobado por la sociedad en la vida diaria.

Recientemente abordé todo lo anterior con mi amigo Fernando Acosta Reyes a propósito de la propuesta radiofónica sabatina que iniciamos en Sabersinfin.com y que estaremos desarrollando durante este nuevo año.

Los sábados, en nuestra frecuencia por Internet se tratan temas que generalmente son soslayados, y en el mejor de los casos son etiquetados de underground.

Sabersinfin.com aglutina varios de nuestros programas en función a su perfil, lo que nos ha permitido clarificar una parte del valor de nuestro proyecto: abordar con apertura muchos de los temas socialmente incorrectos.

Además de hacerlo de una manera seria, versada y profesional, lo que a mi parecer hace digno este esfuerzo como cualquiera de las mejores radios universitarias del mundo. Y por si fuera poco se trata de un proyecto no gubernamental.

El valor de los programas a los cuales me refiero no es únicamente en función a los temas que se abordan, sino a quienes participan en ellos, en particular a los invitados que son personas como usted y como yo –tal vez usted que me lee sea uno de ellos-, pero que tienen mucho que compartir sobre asuntos comercialmente no redituables, de tal manera que en otros sitios pocas puertas son las que se les abren.

En fin, en próximas entregas le seguiré compartiendo más de todo esto. Por ahora vale la pena hacer un recuento y atreverse a romper los paradigmas de lo socialmente correcto. ¿Se atreve?

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